Junio y tú, soneto
Afirmo esto, mientras hallo en tus labios purpurinos la más clara expresión del amor nuestro.
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Junio me dio la luz de tu mirada,
el néctar agridulce de tu boca,
trocó mi llanto por esta risa loca
que transparenta mi alma enamorada.
***
Cambió el celaje de mis amaneceres,
pobló de frondas mi habitual camino
y bañó con sus lluvias mis quereres…
y trazó con sus nubes mi destino.
No seré ya más nunca el peregrino
que buscando el amor camina presto,
hastiado de vivir en desatino.
***
Junio me dio su luz. Afirmo esto,
mientras hallo en tus labios purpurinos
la más clara expresión del amor nuestro.
(Del libro Puente a mitad del camino, 1982).