El Kojo’ che de Ucí

Es un madero que antiguamente se usaba en cementerios de Yucatán para apisonar la tierra de las tumbas.

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Felipe Villanueva reportó que antiguamente se usaba en cementerios de Yucatán un madero para apisonar la tierra de las tumbas. Se llamaba kojo’che y el madero del pueblo de Ucí,  en Motul, es algo especial.

Se dice que, cuando alguien está próximo a morir, se oye cerca de su casa el golpe del kojo’che, y un grito horripilante que, supuestamente, proviene del madero. Testigos entrevistados coincidieron en que los golpes y los gritos se escucharon una noche previa a la muerte de un vecino.

Hace 46 años, un sujeto fue retado para que montase el madero y corriera con él, así como los niños juegan con su caballo de palo. El individuo se desplazó desde el cementerio hasta la plaza con el kojo’che. A cambio le dieron una botella de aguardiente.

El comisario ejidal detuvo aquel acto de burla.

El hombre retador perdió Ia razón; fue a romper una imagen religiosa y tiempo después asesinó a una persona, aplastándole Ia cabeza con una enorme piedra. Fue encarcelado por esto.

El madero permanece en el cementerio, aunque ahora ya no se usa. Está cerca de una tumba pero escondido, pues la gente dice que es desagradable mirarlo.

Todos los datos sobre el kojo’che fueron proporcionados por el encargado del camposanto de Ucí, Rufino Tec Tec, en el año de 2004.

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