La clase política está podrida

Es costumbre y ya hasta convivimos con la corrupción empotrada tanto en la clase política como en muchas entidades...

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Es costumbre y ya hasta convivimos con la corrupción empotrada tanto en la clase política como en muchas entidades gubernamentales, que son los feudos de los partidos, aquellos quienes supuestamente dirigen los destinos de la Patria han saqueado con la protección de agentes del Estado, el patrimonio del pueblo.

Dice Aristegui la democracia es solo una ilusión, al participar en las contiendas políticas, existe la democracia, pero como tal no es cierto, pues los partidos políticos han usurpado la soberanía del pueblo, esto se llama discapacidad política, a la falta de capacidad del ciudadano común, para inferir y participar en las acciones y decisiones que lo afectan como individuo. 

Esta discapacidad, crea más apatía y un clima de aborrecimiento por participar en la política, no importa que sea una elección para presidente, municipal, diputados, gobernadores o presidentes de la república, esta discapacidad, es causada con alevosía y ventaja por los grupos de la elite política, gente sin escrúpulos que abusan de su poder político sobre las masas, aplicando una filosofía maquiavélica, dividiendo al pueblo. 

Como es posible que la gente más marginada, más de la mitad de la población de nuestro país, se peleen entre si, bajo un fanatismo político, y no se dan cuenta que en las cúpulas del poder, hacen acuerdos en lo oscuro y deciden el destino del pueblo, eso no es democracia, y no es tomada en consenso, es solo una consulta para tratar de legalizar sus actos. 

La tremenda corte (SCJN) tampoco ha escapado a esta pudrición la sentencia en contra de la periodista Carmen Aristegui en el juicio por daño moral que emprendió el empresario Joaquín Vargas en su contra tiene un “tufo de pudrición”.

La resolución del juez es “errada y cuestionable, porque no puede castigarse la opinión, solamente hay un agravio cuando esa información te causa un daño o es una información inexacta o es una información falsa, en estos casos en la opinión no puedes plantear eso, incluso ni siquiera aplica el criterio mínimo de la real malicia que es un criterio muy importante en los juicios sobre libertad de expresión especialmente los que tienen que ver contra el honor.

Esta sentencia sienta un mal precedente en materia de libertad de expresión porque lo que hizo la periodista fue emitir una opinión, un diagnóstico sobre la situación que ella vivió y finalmente una presentación; también una interpretación del significado y la importancia que tiene este reportaje sobre la denominada Casa Blanca. Una de las consideraciones para que se pueda argumentar un daño moral es de que exista una real malicia.

Se cuestiona la congruencia con la que se conduce en su actuar la SCJN con el tema de Pedro Ferríz de Con por ejemplo cuando se transmitieron conversaciones íntimas, privadas que tuvo el periodista con una mujer, una mujer periodista también por cierto y se utilizó esta información como para señalarlo en cuanto a su honor, en cuanto a su dignidad y sin embargo, Pedro Ferriz de Con, en una actitud quizá también de respeto a la libertad de expresión, cuando tenía todas las posibilidades de presentar una demanda por daño moral no lo hizo 

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