Como probablemente saben, y si no lo saben es porque no leen periódicos, no usan redes sociales y no ven medios, tenemos en nuestra ciudad la reunión de Diversidad Biológica más importante del año a nivel global: la 13va Conferencia de las Partes (COP) del Convenio de la Diversidad Biológica (CDB), durante la cuál se desarrollan una serie de acuerdos y negociaciones para lograr mantener la diversidad de los ecosistemas en este planeta.

El sábado pasado por la tarde, fue aprobada por las “partes” o los países firmantes del Convenio la llamada “Declaración de Cancún sobre la integración de la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad para el bienestar”, un compromiso y un llamado de más de 100 países en el que se reconoce que es esencial vivir en armonía con la naturaleza para tener una mejor calidad de vida y proteger los recursos.

La Declaración cuenta con 18 compromisos, muy alineados a las políticas de desarrollo internacional y con un anexo en el cuál se dan orientaciones de cómo los cuatro sectores prioritarios (agricultura, forestal, pesca y turismo) pueden avanzar en la integración de la biodiversidad en sus acciones diarias.

En el caso específico del turismo, se pide fomentar una cooperación más estrecha entre entes como la Organización Mundial del Turismo y los integrantes del CDB, además de que en el anexo se plantean temas como promover buenas prácticas, trabajar más con grupos indígenas para desarrollar experiencias de turismo, implementar tecnologías para reducir impactos ambientales, trabajar en educación y fortalecimiento de capacidades locales.

En realidad, nada nuevo a las discusiones que se han tenido desde hace muchos años en el tema de turismo y conservación, y a pesar de que en algunos casos ha habido logros importantes, en otros aún no se presentan avances trascendentales que nos permitan este equilibrio.

Lo interesante de esta Declaración, de esta firma, de que México sea sede de la COP 13 y que se desarrolle justamente en Cancún, uno de los destinos turísticos más importantes a nivel global, es la posibilidad de generar una dinámica de cambio que nos lleve a repensar la forma en cómo debemos hacer turismo y cómo logramos una real interacción con la biodiversidad y su uso sustentable.

A nivel estatal, se dará un paso importante con la firma del Acuerdo por la Sustentabilidad de la Península de Yucatán, que se llevará a cabo el próximo sábado 10 de diciembre, lo que ya da un marco de referencia para trabajar localmente estos temas, y que seguramente será detonador de muchas otras iniciativas.

Pero aún falta mucho por trabajar a nivel estatal en otros sitios de la República Mexicana, donde la sustentabilidad aún es un tema desconocido; hace falta también un liderazgo más decidido de las empresas en este tema, tanto en lo individual como en lo colectivo a través de sus Asociaciones (que hay que reconocer que algunas de ellas, en especial las de hoteles, han hecho en los últimos años esfuerzos importantes por entrar al tema), nos falta consolidar muchos productos de ecoturismo y asegurarnos que en ellos la biodiversidad se protege, y trabajar en que el turismo sea una herramienta para que el turista, el colaborador de las empresas y la población en general, conozcan la gran biodiversidad que tenemos en México, y se comprometan a protegerla.

Compromisos importantes empiezan a verse en esta COP 13, muchas noticias, muchas fotos, muchas buenas intenciones y acuerdos, a los que debemos dar seguimiento e implementar con el objetivo de lograr realmente un turismo con visión a largo plazo y con un enfoque a generar negocio, al mismo tiempo que protege los ecosistemas.

Hay mucho por trabajar, pero estoy seguro que con los marcos institucionales adecuados, y el compromiso empresarial, podremos tener buenos resultados en corto tiempo.