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Hoy en día el uso de las redes sociales se convierte en una constante que de cierta forma está llegando a afectar el desarrollo intelectual de nuestros hijos.

La incursión cada vez más creciente, tanto de niños como de jóvenes en las redes sociales, está marcando un cambio en la socialización de las personas y esto trae consigo algunos problemas de individualización, pues el estar conectados a la red de redes les hace desconectarse de sus seres más cercanos.

Ahora, es muy común que los jóvenes sólo quieran hacer la tarea usando la internet, a pesar de que en muchos casos la información registrada en los buscadores de la red carece de sustento y soporte de veracidad. Es lamentable ver en un restaurante a una familia de cuatro miembros y que cada uno esté con su teléfono en la mano y casi no crucen palabra entre ellos; puedes ver la velocidad de sus dedos desplazándose por el teléfono y los gestos diversos en sus rostros.

Hace apenas unos años las familias se reunían para comer y compartir ideas, experiencias o gustos, y veías que en ocasiones los papás pedían cordialidad, cuando menos a esa hora. La regla de convivencia va generando una cultura de la educación en las personas, cabe sólo recordar que los ejes principales de la educación son: el saber saber, el saber hacer, el saber ser y el saber convivir o compartir, premisas que se están perdiendo a causa, en gran medida, por la incursión a temprana edad de nuestros hijos en la cibernética.

El saber saber, corresponde a compartir los conocimientos adquiridos; el saber hacer, es el desarrollo de las habilidades; el saber ser, es conocer la importancia de ser personas, y el saber convivir o compartir le permite al ser humano ser sociable y evitar en alguna medida el individualismo.

Si sus hijos o hijas cuentan con una cuenta de Facebook es válido que usted abra también una y se haga amigo de ellos en la red, y de esta manera usted sabrá qué publican, con quién se chatean, qué sitios visitan y sobre todo la manera de desenvolverse de los jóvenes en la red.

El que usted tenga una cuenta y sea amigo de sus hijos en el "Face" no quiere decir que esté vulnerando su intimidad, ni mucho menos que esté usted tratando de limitar sus derechos de libertad, simplemente es una forma de conocer ese otro yo que adoptan las personas participantes en este tipo de espacios.

He sido testigo de varios casos donde algunos chicos solicitan mediante una publicación en su muro, apoyo para hacer una tarea y la mayor parte de las veces reciben respuesta casi de inmediato y su "cara libro" ("Facebook" en español) se convierte para ellos en una fuente de información, pero la mayor parte de las veces esa información no tiene sustento alguno.

Les invito a que como padres, pongamos mayor atención al desenvolvimiento de nuestros hijos e hijas en las redes sociales, usted puede no sólo hacerse amigo de sus hijos en la red, sino que puede encontrar la forma de hacerse su amigo en forma personal, recuerde que no hay mayor satisfacción que el sabernos amigos cercanos de nuestros hijos; le invito a no dejarse desplazar del "Face" y recobrar esa liga de amor que nos da el ser sus padres. Termino con una pequeña reflexión "Cuando mis hijas me ven como un amigo, me siento Padre". 

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