La empatía nos permite acercarnos y comprender a los demás. Es una fuerza natural que nos impulsa hacia la sociedad solidaria que está luchando por crecer. La empatía es la capacidad de ponernos en la piel de otra persona, es el fundamento de las relaciones interpersonales. Y es la calve para el bienestar personal y para el bien común.

La empatía nos permite intuir qué siente y piensa el otro, para sentirlo y pensarlo en nosotros mismos y responder de manera solidaria. Porque para entender qué sienten los demás antes necesitamos entender qué sentimos nosotros.

El cultivo de la empatía debería estar más presente en las facultades de medicina. Porque una de las quejas que hay en los pacientes, es la falta de empatía que existe de parte de los médicos. Y se ha comprobado que los médicos que se interesan empáticamente por lo que sienten sus pacientes realizan diagnósticos más exactos. De hecho, la empatía con los pacientes es para muchos médicos la parte más gratificante de su trabajo.

Es triste pero real, hay criminales que usan la empatía para manipular mejor a sus víctimas, tal como la emplean los publicistas para manipular a sus víctimas de sus anuncios.

El psicólogo Frans de Waal ha mostrado que hay mucha semejanza en empatía, compasión y bondad en las formas humanas comparadas con los simios. Los primates tienen una enorme capacidad de comprender lo que siente el otro a partir de sus gestos, sonidos y expresiones. Los chimpancés se besan y abrazan después de haber peleado. Se han observado numerosos ejemplos de primates, que acuden a rodear con su brazo a la víctima de una pelea, o que se ven afectados por el dolor de otros. 

Desde mediados del siglo XX ya mostraron que los monos  Rhesus se negaban a tirar de una cadena que les proporcionaba comida si ello iba acompañado de una descarga eléctrica que hacia sufrir a un compañero (uno pasó 12 horas sin comer para no dañar a otro).

Nuestra capacidad ética es una continuación de los instintos sociales que compartimos con otros primates, así como delfines y los elefantes. Frans de Waal también afirma que el ser humano es “un simio bipolar”, porque somos capaces de ser más altruistas que cualquier otro animal, pero también somos capaces de ser mucho más crueles. Tenemos como persona un potencial para lo mejor y para lo peor.

El sabio chino Mencio lo ilustraba con la angustia y la compasión de cualquier persona que en su sano juicio sentiría si ve a un niño a punto de caer a un pozo. La empatía hace que nos sintamos mal con el sufrimiento de los demas y que intentemos aliviarlo. De esa fuerza natural nace el poder del amor.

La empatía es una buena opción para ser felices y tener éxito en la vida. Hace medio siglo Erich Fromm dijo: “Por primera vez en la historia, la supervivenciencia física de la especie humana depende de un cambio radical en el corazón humano”.

La mayor transformación de nuestra época es la que ha de ocurrir en el corazón humano, la mayor fuente conocida de energía limpia y renovable, que nos traerá paz, amor y esperanza.