La jauría de Iztapalapa y el sup Marcos

Cómo le irá a Jelipillo que tiene tiempo de celebrar, a través de Twitter, sus 20 años de casado.

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Dadas las condiciones políticas, todo parece indicar que la Secretaría de Salud va a recurrir al viejo truco de echarle la culpa a la jauría de Iztapalapa —esa peligrosísima célula del crimen organizado en cuatro patas— de las consecuencias que se hayan podido generar por el tuit evangelizador que mandara a través de las redes sociales y que al calce afirma: “La mejor forma de evitar enfermedades de transmisión sexual o embarazos no deseados, es la abstinencia. Tu salud, tu responsabilidad”.

Algo que si bien parte de una lógica irrefutable (aunque para ser exactos la manera más eficiente de evitarse esas cosas sería estando muerto, aunque no sé si la institución también impulse esa idea tan calderónica), todavía hay quienes creen que la gente que abraza ese camino pedregoso, empinado y muy solitario, no es necesariamente la más feliz ni la más cascabelera. O sea.

Pero, eso sí, se trata de personas desprovistas de chancros, sida, embarazos, deseados o no, y una vida probablemente más aburrida que la de Calderón en Harvard. Cómo le irá a Jelipillo que tiene tiempo de celebrar, a través de Twitter, sus 20 años de casado. Mensaje séntido al que Margarita Zavala ha de haber respondido con su clásico: “Besos, gracias”.

Por supuesto, los mismos que han confundido a los perros de Iztapalapa con velociraptores (nomás falta que los involucren con los ediles trácalas de Chiapas), están diciendo que seguramente Peña Nieto puso en la Secretaría de Salud a Serrano Limón, nomás porque dejó en calidad de zar contra el lavado de dinero al inspector Bazbaz y al ex lopezobradorista Dinostanzo en la Condusef.

Que no exageren; ya están como Alejandro Martí, que salió a decir que no le gusta la recién instituida Ley General de Víctimas, quizá para demostrar sus nostalgias calderónicas y para llevarle la contra a Javier Sicilia. Seguramente tiene en calidad de asesor al inspector Poiré, que no Poirot. O le falta beso.

Claro que la Secretaría de Salud también puede achacarle el tuit de la abstinencia sexual al subcomanche Marcos, sobre todo ahora que como en capítulo de La rosa de Guadalupe, se aventó un comunicado caricaturizado donde, con justa razón, se queja amargamente de los críticos que no lo comprenden ni lo valoran y que lo acusan de todo, incluso de salinista.

Algo que solo puede ser comparado simbólicamente con el juangazo que se pegó Medina Mora luego de ser nombrado embajador plenipotenciario en Obama Land, y que esperemos no sea un mal presagio para las relaciones México-EU.
Chale.

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