La marrullería de Cordero

Reventar la sesión de la Cámara a través de la manipulación del quórum es una de las prácticas indeseables del quehacer legislativo.

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La falta de oficio del senador Ernesto Cordero lleva al Senado a su peor crisis. Las diferencias en los órganos legislativos son tan inevitables como necesarias. Para conducirlas es necesario que la Mesa Directiva no se vuelva parte interesada. Ésa ha sido una de las dificultades del ahora presidente del Senado, quien es, también, coordinador de la fracción del PAN. Así lo hizo con la reforma laboral y ahora se repite con la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.

Reventar la sesión de la Cámara a través de la manipulación del quórum es una de las prácticas indeseables del quehacer legislativo. Que quien la promueva y la formalice sea el presidente de la Mesa Directiva es una falta grave e inédita en una historia parlamentaria nada ejemplar. Hay mala fe, ignorancia y falta de oficio. Bastaría con ver la conducción que de los diputados hiciera el ahora procurador, Jesús Murillo Karam, para advertir la diferencia. En ambos órganos legislativos existe la disputa, la provocación y la polarización; pero la adecuada conducción de la asamblea permite que los trabajos transcurran con normalidad, como aconteció el 1 de septiembre en la sesión general del Congreso, presidida por Murillo Karam.

Ernesto Cordero involuciona a pasos agigantados; de origen, un respetable economista y servidor público; después, un obsesivo golpeador lo mismo del presidente del PRI que de Josefina Vázquez Mota; ahora, un marrullero sin el menor sentido de responsabilidad. El Senado, la cámara moderadora del quehacer legislativo, ha sido degradado. En la Cámara de Diputados hay orden y productividad. En la colegisladora, intransigencia, trampas y obstrucción.

Los senadores del PRD y PAN están en su derecho de rechazar la minuta aprobada por la Cámara de Diputados. Es conveniente que exista control legislativo de las áreas de seguridad nacional y de seguridad pública. Para ello será necesario modificar la Constitución. El debate en proceso es muy importante, pero no puede resolverse con la marrullería. Los senadores del PAN amenazan con ser los reventadores subrepticios del Pacto por México, los mejores aliados de AMLO.

Twitter: @berrueto

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