Pues gastar se hizo, se acabó el Mundial, llevando consigo muchas cosas hija: uno que dejemos de estar tomando tanta horchata mareadora y botana, mare hija con toda la botana que comí en el Mundial ya el mondongo es ración y media; luego trajo que las doñas ya no estén molestas con nosotros, porque no les hacíamos caso cuando estaban los partidos del Mundial, se pasan, dicen que gracias a Dios ese xla Mundial es cada cuatro años, mare y cuando no nos pelan por estar viendo las novelas, que porque Monserrat está sufriendo porque José Luis se llevó a su hija y no se la va a devolver, mientras que Dimitrio sigue buscando al alacrán para tomar venganza, jajajaja, mare ni se ve que veo la novela, es que, hija, está buena y la Angelique Boyer más buena todavía, fácil la invito a un caldito en Santa Ana, eso me pondría muy feliz. 

Lo que también me pone feliz es que en días pasados el Cepredey dio a conocer la primera banda de marcha del estado, “Fuerza Jaguar”, que está conformada por jóvenes de secundaria, que antes del mes de octubre pasado no sabían nada de música y hoy ya tocan en una banda ejecutando y leyendo música; bien por estos chavos, la gente del Cepredey y su directora,  Verónica Camino, porque hoy lo que un día fue un sueño es una realidad. 

Hace unos días en que pasé por el extinto Teatro Herrera, vinieron a mi mente muchos recuerdos, en los cuales siempre aparecía mi Tío Héctor, y recordé que el día que falleció, estando en el Peón Contreras, le pedí a los entonces diputados y funcionarios que se instituyera una medalla que llevara el nombre de don Héctor, sueño que se vio realizado en la gestión de Angélica, y en la primera entrega ni siquiera invitaron al que dio la idea: su servidor... Seguiré contando.