La naturaleza es nuestro hábitat

Nos lo demuestran la cantidad considerable de sociedades indígenas que aún sobreviven y luchan conscientemente por mantener su forma de vida.

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La naturaleza es el hábitat genuino del ser humano, pues es el medio biológico  primigenio de nuestra especie, y aún más es en este hábitat (y no en el artificial y tecnológico donde hoy vivimos) donde nuestra especie evolucionó física y psíquicamente y donde conseguimos el conjunto de nuestras cualidades como seres vivos. 

El ser humano está perfectamente adaptado para desarrollarse en la naturaleza, y nos lo demuestran la cantidad considerable de sociedades indígenas (que por culpa de otras sociedades como la nuestra se convierten en sociedades indigentes) que aún sobreviven y luchan conscientemente por mantener su forma de vida y culturas, negándose a adoptar nuestra cultura tecnológica e industrial, e incluso oponiéndose directamente a su difusión por el resto del mundo. 

En la naturaleza y desde sociedades salvajes nuestra propia especie evoluciona hasta lo que hoy somos nosotros, después, al cambiar la forma de organizarnos y desarrollarnos hacia sociedades cada vez más industrializadas, con una política jerarquizada y autoritaria, no es que nos olvidemos de nuestras raíces salvajes sino que caminamos hacia una deshumanización generalizada y autodestructiva, prueba de ello es la destrucción masiva e  injustificada de nuestro hábitat primigenio que es la naturaleza.

No tenemos que seguir dando vueltas a la teoría absurda de que no podemos volver atrás, eso es más que evidente, lo que tenemos que plantearnos es que sólo podemos seguir hacia adelante, y si para ello tenemos que mirar hacia atrás, pues podemos empezar por hablar con nuestros abuelos que vivían de una forma más realista y sostenible que nuestra actual utopía del continuo desarrollo. 

A mí me gusta mucho la naturaleza, y cuando digo esto no me refiero a que tengo el póster de una puesta de sol en mi cuarto o que voy los domingos con mi mp4 a correr sin apreciar los sonidos naturales del entorno y además a dejar un espectáculo que va a costar mucho tiempo y salud a ese espacio natural para recuperar su ecosistema, ya que tan solo en tres horas quedan decenas de residuos sólidos regados por doquier y que tardarán meses o años en degradarse.

En los últimos treinta años el hombre destruyó más de la tercera parte de los recursos naturales, entre las causas de este problema está la falta de educación ambiental. Recordemos que hay que educar a la población, de ella saldrán los gobernantes que definirán las estrategias futuras para la defensa y protección de la naturaleza. 

El hombre, como ser vivo, forma parte de la naturaleza, es un ser natural, racional, inteligente y de voluntad libre. Conocer su entorno le llevó a tener mayor conocimiento del medio que le rodea, adaptarlo a sus propias necesidades y generar técnicas para ello. 

En principio la naturaleza le abasteció de frutos, luego el hombre llega a sembrar y cosechar sus propios frutos, a canalizar el agua para que llegue a aquellas zonas en las que apenas llueve y así sucesivamente. 

Toda esta evolución, sabemos que también le ha llevado a un uso excesivo de todo, a un abuso con lamentables consecuencias. No respetar la naturaleza equivale a no respetarse a sí mismo, a no respetar la vida, ni la nuestra propia ni la de los que vendrán.

    Actuar en contra de la naturaleza es actuar en contra de la propia dignidad personal. Tal vez debamos iniciar una reflexión más profunda sobre nuestros actos, recordar que la tierra no le pertenece al hombre, sino que es el hombre quien pertenece a la tierra. Si entendiéramos esta frase y la pusiéramos en práctica, creo que llegaremos a convivir con más armonía con la madre naturaleza.

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