No sólo a nivel legislativo los representantes del PAN y PRD han tenido un desempeño francamente decepcionante, sino a nivel de ayuntamientos, donde tuvieron la sartén por el mango, como en Benito Juárez, Isla Mujeres, Felipe Carrillo Puerto, Lázaro Cárdenas y José María Morelos.

Pero en los ayuntamientos dominados por el PRI pudieron hacer mucho más, como en el caso del municipio capitalino de Othón P. Blanco, donde PAN y PRD tuvieron una presencia tibia y colaboracionista, avalando incluso todos los movimientos y ocurrencias del alcalde con alarde de complicidad, como ocurrió con el regidor panista Juan Carlos Pallares Bueno, seducido por un par de viajes internacionales a costa del erario. Incluso, un par de regidoras del PRI trajo marcando el paso al alcalde Carlos Mario Villanueva Tenorio. Y ante todo, como regidor del PT desempeñó un papel muy decoroso Rivelino Valdivia Villaseca, quien se opuso a la contratación del último empréstito por 272 millones de pesos, mientras Juan Carlos Pallares y Alejandro Castillo Aguilar justificaban tal endeudamiento sin chistar.

Los próximos regidores del PAN y PRD –considerados como una relativa oposición– deben contemplarse en el espejo de sus tristes antecesores para replantear la historia que deben comenzar a escribir en cuestión de días, a fin de responder a las exigencias de una sociedad que confió en ellos, particularmente en José Hadad Estéfano, ex candidato del PAN a la alcaldía.

Hadad comandará a un bloque de regidores que debe evitar la seducción del canto de las sirenas que ha puesto de rodillas a tantos regidores que llegaron con un discurso atractivo que dio un viraje hacia la tibieza.

El ex diputado panista es la figura más confiable entre un pelotón de regidores de oposición que con su desempeño deben ir convenciendo a sectores escépticos e incluso hostiles de una sociedad decepcionada en extremo.

De Federico Hernández Amador (PRD) se debe esperar muy poco, por sus limitaciones políticas que lo pueden mantener en el anonimato, aunque concentrado en el tema campesino que domina. De hecho, como candidato avalado de última hora no asumió el menor compromiso con los electores.

El tiempo avanza 

Una papa caliente tiene en sus manos el procurador de Justicia del estado, Gaspar Armando García Torres, con la investigación del homicidio de Augusto Octavio Góngora Jiménez y Arena del Rocío Palacios Valdez –con siete meses de embarazo–, ejecutados a sangre fría en Chetumal.

Los resultados contundentes pueden tardar días e incluso semanas, pero no hay lugar para la impunidad. Y el tiempo sigue su marcha, sin que la presión social disminuya. Y aquí no quitaremos el dedo del renglón.