El río Grijalva fue una ruta fluvial y un marcador geográfico que permitió la comunicación entre el Golfo y la costa del Pacífico. En esta región, los mayas vivieron un proceso de crisis y recomposición social, en los sitios del Complejo Izapa. Ahí surgió uno de los inventos de gran trascendencia en Mesoamérica: la Cuenta Larga, que consiste en un sistema de cómputo calendárico que permite fechar cualquier evento con exactitud a partir de la fecha de referencia fija que corresponde con el 13 de agosto del año 3114 aC; esta fecha equivale a la que para nosotros es la fecha de nacimiento de Cristo. 

Las inscripciones calendáricas más antiguas que se conocen proceden de la franja Mixe-Zoque: Chiapa de Corzo, 36 aC; Tres Zapotes, 31 aC; el Baúl, 36 dC; Abaj Takalik, 126 aC; La Mojarra, 143 y 155 dC, y San Andrés Tuxtla, 162 dC. 

Durante el Preclásico Medio ya existían algunos asentamientos agrícolas mayas en la selva, como Seibal y Altar de Sacrificios en un afluente del Usumacinta llamado la Pasión, y Tikal, Uaxactún, Nakbé y El Mirador, en el Petén Guatemalteco, cercano a la frontera con Campeche. 

Algunas de estas aldeas fueron la cuna de poderosas ciudades y durante el Preclásico Tardío desarrollaron áreas ceremoniales que se caracterizan por tener arreglos de varios montículos coronados por plataformas piramidales.

La arquitectura y la ornamentación de estas  edificaciones son muy semejantes a lo que se va a crear durante el Período Clásico. Sin embargo, durante el Preclásico aún están ausentes la representaciones de retratos reales así como los textos epigráficos acompañados de fechas. 

Los grupos mayas del Petén se expandieron hacia el Sur y hacia el río Grijalva, pero aún no se sabe si esta expansión se dio de manera pacífica o bélica.
Durante el proceso de expansión, entraron en contacto con la tradición de Izapa. 

Entonces tanto Kaminaljuyu como otros sitios del altiplano guatemalteco favorecieron la asimilación de las tradiciones mixe-zoque  al maya.

En el año 292 dC, la Cuenta Larga aparece asociada a inscripciones y arquitectura maya, en la imponente ciudad de Tikal que, como se verá, será una de las ciudades más prósperas de la región del Petén Guatemalteco.