La seguridad y la educación vial

Debe interesarnos a todos, ya que nos permite transitar con seguridad por los espacios públicos.

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Es lógico pensar que el problema de la inseguridad vial que enfrentamos, que día a día hace crecer el número de personas fallecidas en los accidentes de tránsito en el Estado, debe ser atacado sin distinciones desde la óptica de la penalización al infractor, imponiendo sanciones sin distinción alguna, pero lo cierto es que esto no es suficiente, ya que complementariamente y de manera continua hay que educar a la gente, a toda la gente, para que todos nos comportemos de acuerdo con los señalamientos de la normativa vial que todos debemos conocer.

Por educación vial debemos entender un proceso sistemático, continuo y universal, mediante el cual todos los que convivimos en la ciudad y en el Estado adquirimos conocimientos y, lo más importante, desarrollamos una cultura que enmarca el sentido común en nuestro uso de la vía pública, desde los peatones, hasta los automovilistas; la educación vial debe interesarnos a todos, ya que nos permite transitar con seguridad por los espacios públicos, entendiendo claramente cuáles son nuestros derechos y nuestros deberes; entre las capacidades que debemos desarrollar está la percepción del riesgo, el respeto a todas las señales de tránsito, el cumplimiento de las normas, la responsabilidad, la convivencia, la no agresividad y la autonomía personal.

Que quede claro que la educación vial no es simplemente conocer el reglamento; la educación vial debe, en primer lugar, enseñar a vivir en comunidad, a desarrollar hábitos de convivencia ciudadana, enmarcados en una responsabilidad compartida y de respeto a los demás. Es por ello que es muy importante que toda esta educación y desarrollo de una cultura vial debe empezar desde la escuela, en todos sus niveles, esfuerzos que deben complementarse con un proceso continuo dirigido a todos los ciudadanos, especialmente los adultos, que es en quienes es más importante la continuidad, sin olvidar el castigo a todo aquel que no cumple con las normas. 

Para todo ello debemos conocer y corregir el entorno vial local, a fin de enmarcar un proceso encaminado a la disminución de los accidentes de tránsito, que debe incluir un conjunto de acciones que abordaremos la próxima semana. Manejemos con cuidado, convivamos.

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