Los profes que dominan la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación en Oaxaca (al igual que sus contlapaches en Guerrero, Chiapas, Michoacán y el DF, incapaces de ganar democráticamente los liderazgos seccionales) arguyen que las entidades en que mal trabajan son “policulturales” y “pluriétnicas” y por lo tanto exigen, como lo asumió el gobernador Gabino Cué, que “se reconozca la diversidad inmanente de nuestra Nación…”.

¡Ah, chingá!

¿Quién les habrá dicho que México es monocultural, monoétnico y uniforme?

Manejan tamaña obviedad contra la reformada Ley Federal de Educación (contra la anterior y las que fueran), lo mismo para incumplir cualquier plan medianamente sólido de enseñanza como para seguir imponiendo su decadente activismo y sacar raja de sus rolleros chantajes.

Venden el cuento de que para tlapanecos, amuzgos, triquis, mixes, chinantecos, cuicatecos, tacuates, choles, tojolabales, purépechas o mestizos la tierra no es redonda o que dos más dos no suman cuatro.

Que no marchen…