Seamos honestos, ¿en cuántos políticos confía usted? La respuesta generalizada de la gente al hacerle esta pregunta es, tristemente, en ninguno. Pues fíjese usted, mi estimado lector, que de vez en cuando aparece alguien que da la sorpresa.

En el gobierno estatal anterior, en el cual incluyo a todo el sistema PRI, surgieron personajes a los que se les dio una responsabilidad no precisamente basada en su experiencia. Tuvimos secretarios, diputados, directores y jefes que llegaron con la nueva ola, sobre todo a mediados-fin de la administración, que hubiéramos preferido no haberlos conocido. 

En este grupo de nuevos valores de la política venía Omar Corzo Olán. La opinión pública lo conoció cuando no gozaba de mucho conocimiento, preferencia ni apoyo. Lo descubrimos como candidato priista para diputado por el distrito V local, hace escasos cuatro años, quizá poco menos. Contendía en el territorio donde se encuentra el mayor voto duro panista y con pocas posibilidades de ganar, el partido lo sabía muy bien y no había mucha apuesta en esa campaña.

La sorpresa la dio cuando se volvió uno de los mejores candidatos priistas, su campaña fue de las más exitosas porque aumentó la preferencia del PRI en un distrito hostil para ese partido y, aunque perdió la elección, el partido salió ganando mucho con él.

Desgraciadamente ese trabajo se perdió en la reciente elección, pero ese es tema de otra discusión. 

Como diputado, entró por la vía plurinominal, asumió bien el rol: siempre diplomático, siempre político, siempre en su tema, siempre sencillo. Hace unos días tomó protesta como delegado de Segob en Yucatán, que cabe mencionar es una de las delegaciones más importantes, si no es que la más.

¿Cómo es que alguien sin mucha experiencia política ha llegado a un puesto clave como ese? Yo diría que porque es un hombre que ha sabido ganarse la simpatía del alto grupo político a base de trabajo, discreción y consenso.

Aunque pertenece al grupo de Nerio Torres, ha sabido colaborar y ganarse el respeto de los demás. Es un hombre de confianza, bien visto, aceptado por la gente, sin escándalos y con buenos resultados. Hay quien opina incluso que ha superado a Nerio y que su carrera política aún está empezando.

De los nombramientos que se han hecho en las delegaciones federales, sin duda creo que ésta ha sido una de las más acertadas.

Lo he comentado con varias personas: políticos, ciudadanos y periodistas y todos concuerdan en la aprobación, lo cual debo decir que es raro. Es una encomienda difícil la que tiene ahora y considero que no debemos perderlo de vista.
Ahí se los dejo.