La traición

From Dusk Till Dawn es ya un acontecimiento mediático, un concepto más de Netflix que marca la historia reciente del espectáculo internacional.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Le tengo dos noticias: una buena y otra mala. La buena es que desde hace tres semanas los suscriptores de Netflix podemos ver From Dusk Till Dawn, una muy buena serie de televisión.

La mala es que, contrariamente a lo que este importante sistema de distribución de contenidos en línea había estado haciendo con títulos como House of Cards, no sacó su primera temporada completa, la está subiendo a un ritmo de un capítulo por semana.

Esto es horrible, una auténtica traición al espíritu Netflix, un asunto sobre el que urge reflexionar.

¿Por qué? Porque hasta antes de esta insólita decisión, medio mundo juraba y perjuraba que el futuro de la televisión estaba en la idea de poner todo a disposición del público para que cada quien viera sus programas a su ritmo en la cúspide del culto a lo individual.

¿Por qué Netflix no quiso sacar toda From Dusk Till Dawn de un jalón?

Porque a lo mejor la estrategia de poner todas las temporadas de todos los títulos al mismo tiempo no es tan exitosa en términos de consumo como usted y yo imaginamos.

Porque Netflix no tiene los derechos totales de esta emisión. Recordemos que From Dusk Till Dawn es el plato fuerte de un nuevo canal de Estados Unidos, diseñado para los latinos del siglo XXI, que se llama El Rey.

Porque existe la posibilidad de que más personas vean completa una primera temporada de una serie si se distribuye poco a poco, a que si se lanza de trancazo.

Porque tal vez había dudas sobre el éxito de From Dusk Till Dawn, porque quizá era todo lo contrario y estos señores sabían que iba a ser un cañonazo.

Porque la prioridad no era para Netflix, era para El Rey, porque no estaba lista, porque sus responsables querían ir viendo las reacciones del público, porque así lo decidieron sus autores, por capricho.

Puede haber muchas razones por las que Netflix esté manejando esta serie así, como si, en lugar de tratarse de algo nuevo, revolucionario y poderoso, se tratara de un canal de televisión de paga común y corriente.

Yo, la verdad, estoy fascinado con esta disposición porque le devuelve su lugar a la televisión como espacio al que las audiencias deben volver obedeciendo una frecuencia, como parte de un ritual que en lugar de apostar por lo individual, apuesta por lo social.

From Dusk Till Dawn es ya un acontecimiento mediático, un concepto más de Netflix que marca la historia reciente del espectáculo internacional.

Por si todo esto que le acabo de decir fuera poco, estamos ante una serie maravillosa, genial, un título que ni usted ni nadie se debe perder.

¿Qué es From Dusk Till Dawn? La adaptación a televisión de la película del mismo nombre (Del crepúsculo al amanecer) que vimos en los años 90 con George Clooney, Quentin Tarantino y Salma Hayek.

Usted, como yo, seguramente la recuerda. Fue un filme totalmente icónico con aquella Salma gloriosa bailando abrazada de una boa mientras le daba de beber, de su pie, a un Tarantino enfermo de violencia y lujuria.

¿Cuál es la gracia de este concepto? Digo, estamos viendo El mariachi por AXN que también es el remake, a serie, de una película más o menos similar y hasta del mismo director.

Que From Dusk Till Dawn, a diferencia de El mariachi, no solo está inspirada en una cinta de Robert Rodríguez, está desarrollada, dirigida y producida por el mismísimo Robert Rodríguez que, casualmente, es el dueño del canal El Rey.

¿Resultado? Un trabajo de autor espléndido que lleva lo que ya habíamos visto a escalas inimaginables de acción, emoción, espectacularidad e ideas a pesar de que su reparto no está formado por luminarias tan identificables en la actualidad como el reparto original de la película en 1996.

¿Sabe quién sale ahí? Eiza González, la protagonista juvenil de la telenovela Amores verdaderos, la estrella de Lola, érase una vez, la nena de Sueña conmigo.

¿Y quiere que le diga la verdad? Eiza no solo se ve hermosísima, está haciendo un trabajo espectacular como la versión 2014 de ese personaje de locura que es Satánico Pandemonium y que aquí no solo es vampiro, es más monstruo, es mejor.

Estoy que no quepo en mí de placer ante lo que Robert Rodríguez está logrando con esta serie porque es como profundizar en la película pero, al mismo tiempo, es ir más allá, crear otra cosa, demostrar la validez de un lenguaje, de un estilo.

Estos personajes son más apasionantes. Estas secuencias de sangre son más sabrosas.

Por lo que más quiera en la vida, luche por ver From Dusk Till Dawn aunque sea a un ritmo de un capítulo por semana. Yo sé que le va a encantar.

Y si antes puede volver a ver la película, mejor, porque entonces sí va a dimensionar esta joya y va a entender lo que la nueva televisión y Netflix son capaces de hacer mientras los especialistas discuten el futuro de los medios de comunicación. ¿A poco no? 

Lo más leído

skeleton





skeleton