“Quien no arriesga no avanza”.-  Anónimo.  

Si queremos avanzar hay que arriesgarse al cambio. No existe un destino trazado y mucho menos un mapa para transitarlo. Es necesario pensar y clarificar nuestros objetivos para la propia vida y se vale, cuando aparecen obstáculos o accidentes antes de alcanzarlos, dar un rodeo. Siempre resulta beneficioso y constructivo porque aprendemos de las situaciones aparentemente adversas.

Cuando afrontamos lo que se presenta camino a la meta, es señal que aceptamos el riesgo de cambiar interiormente para crecer. Ciertas crisis de vida, ya sean propiciadas por nosotros mismos o accidentales, son inevitables y todos los cambios importantes conllevan estrés. En el dinamismo de la vida, NADA ni NADIE se mantiene estático.

Claro está que hay períodos con cierta estabilidad y se alternan con cambios que aunque se prevean y consideren y hasta deseándolos nos exigen dejar la comodidad de lo que nos es familiar y siempre representan un riesgo. Durante un tiempo quedamos y nos sentimos expuestos y vulnerables, viviendo en incertidumbre; sin embargo, de ese estrés que se genera sacamos la fortaleza y la voluntad necesarias para lograr el cambio. Nos enfocamos mejor a la tarea, somos más conscientes con la esperanza de que el esfuerzo valdrá la pena y el sentido y propósito de vida se estimulan nuevamente.

Hay que estar atent@s a que, aun sabiendo que si no nos animamos al cambio sentiremos el malestar del estancamiento, de la rutina y la trampa de un esfuerzo penoso sin los resultados deseados, casi todas las personas nos afanamos por ¡NO CAMBIAR!

El espíritu de motivación se quebranta cuando la esperanza de cambio ha disminuido o se ha agotado. Se disfruta de mayor bienestar cuando pasamos por cambios importantes en nuestros puntos de vista, valores, relaciones personales o en la carrera. Se siente muy bien manejar estas transiciones de nuevas maneras, ya que la innovación siempre vitaliza nuestra vida. El cambio es bueno y nos abre otros y mejores horizontes.

¡ANIMO! Hay que aprender a vivir.