Después de ver mis cuentas de la Afore, ese algo sin nombre que obsesiona al hombre por un retiro sin par, casi creo que la rebatinga por el Pancho por México, los escándalos de la señorita Laura, las golpizas de anorcos  vs. granaderos, el triunfalismo americanista de los priistas y las entrevistas subacuáticas del góber de Guerrero solo tenían un sentido: conformar una gran cortina de humo para que los bancos e instituciones financieras que mal administran las Afore jugaran con nuestro dinero y sentimientos.

Al analizar el informe trimestral que me envía Banorte, me di cuenta, sin anestesia de por medio y haciendo caras como de ex góbers de Guerrero y ex alcaldes de Kafkapulco ahora que se amenaza con investigarlos, que me habían atracado. Sin pudores ni buenos modos te dan la infausta noticia de que en tres meses perdiste un dineral arduamente ahorrado, así nomás sin incluir al menos unas pastillas de Dramamine para no marearte de la impresión.

En un principio creí que como tengo mal karma y no soy fanático del capitalismo salvaje ni aplaudo frenéticamente las reformas estructurales del gobierno peñanietista, pues me estaban castigando los semidioses del show me the money. Luego vi la nota de MILENIO donde las quejas generalizadas sobre fuertes caídas en los recursos de las Afores por causas de fuerza mayor. Ya se sabe, las broncas económicas del mundo, la volatilidad de los capitales y, no se olvide, los especuladores que son especuleros.

Con razón los bancos, a diferencia del secretario de Hacienda, luego, luego hablaron de signos de recesión para justificar este desfalco.

Cualquiera diría que en vez de mover el dinero de manera con eso que se viene llamando inteligencia financiera, no invierten la lana de los trabajadores en productos económicos funcionales y sin riesgos, sino que la juegan en las carreras de caballos.

O peor aún, que los encargados de las Afore creyeron, como el resto de los mexicanos, con más fe que información, que la selección mexicana iba a calificar caminando al Mundial y apostaron a lo bestia a favor del Tri hasta dejar en calzones a la clientela.

Con razón los bancos te sugieren que le inviertas más en tu Afore; no para que asegures tu futuro, sino para que puedan seguir metiéndole dinero malo al bueno.

No es por alarmarlos, pero a este paso nos vamos a retirar como damnificados. Y no veo a los priistas organizando un Fobabroa para salvarnos.