Los apoyos del gobierno a la población menos favorecida siempre desatan sospechas, como se vio ayer en la comparecencia de la secretaria del ramo en la Cámara de Diputados: ¿la cruzada contra el hambre se usará para comprar voluntades a favor del PRI?

Rosario Robles fue rotunda en su demostración de que, al menos en los 400 municipios iniciales del programa, no hay tufos electoreros.

Y no lo hizo con razones éticas, sino aritméticas:

Habrá este año elecciones en 14 entidades federativas con mil 432 municipios en total, de los cuales únicamente 213 fueron considerados en la primera etapa de la cruzada, pero en 113 de ellos las autoridades se eligen bajo el sistema de usos y costumbres, y no en las urnas habituales de votación.

En los 400 del arranque habita 51 por ciento de los 7 millones 400 mil mexicanos más pobres entre los pobres.
Aritmética simple, pues, y una sólida exposición de una señora curtida como pocas en asuntos sociales y muy merecidamente reivindicada por Enrique Peña Nieto.