En plena campaña por las 15 diputaciones de mayoría relativa (son 10 más de representación proporcional), algunas competencias son reñidas, dignas de atención y análisis. Se debe a la importancia del distrito, al perfil de los contendientes, a la calidad de sus propuestas y a condiciones imposible de ignorar. Hay tres en la zona norte particularmente especiales: dos en Benito Juárez y uno en Solidaridad.

En el Distrito VII de Cancún compiten Leslie Hendricks Rubio, de la alianza PRI-Verde-Panal. La ex rectora de la Universidad Tecnológica –quien dejó al plantel con aceptable prestigio– es una política dinámica, hija del ex gobernador del estado, Joaquín Hendricks Díaz, quien en este proceso fue clave desde el inicio al intervenir en las definiciones, y posiblemente lo hace en el desarrollo del proselitismo.

Aunque el abanderado del PAN-PRD, Julián Aguilar Estrada, podría sacar provecho de ese hándicap contra Leslie, ha procurado difundir una plataforma propositiva, recurriendo al respaldo de sus líderes nacionales y alejado de la “guerra sucia” como arma de uso permanente. Al también catedrático le viene bien esa contraposición de ideas inteligentes gracias a su desenvolvimiento frente a multitudes y en el “cara a cara”.

Hendricks debuta en la arena electoral con un apoyo inusitado, en tanto que Aguilar intenta reivindicarse de su derrota en 2013 (contra Remberto Estrada Barba) por el entonces distrito IX.

En el Distrito VIII (Cancún) el agarrón es entre el candidato de la coalición “Somos Quintana Roo”, José de la Peña Ruiz de Chávez, quien estaría retornando al Congreso después de tener un destacado papel en la XIII Legislatura. Hasta hace poco fue secretario general del Ayuntamiento Benito Juárez, por lo que domina tanto el terreno como las operaciones de la política ruda.  

Como uno de los mejores cuadros del Verde Ecologista su rol cumple además el propósito de jugar con todo a favor del candidato a la presidencia, Remberto Estrada, también líder estatal de ese partido.

Su competidor más duro es Antonio Cervera León, “El Pelón”, quien representa a Movimiento Ciudadano. Y aunque Cervera tiene prácticamente asegurada su curul por la vía plurinominal, no ha perdido oportunidad para atacar al oficialismo y realizar una campaña de largo plazo, la cual le permitirá seguir posicionado en el imaginario colectivo en tanto llega la hora para disputar la presidencia.

En el Distrito X de Playa del Carmen las protagonistas son la priista Teresita Flota Alcocer, hermana del diputado Pedro Flota Alcocer y “generalísimo” de la campaña a la gubernatura de Mauricio Góngora Escalante, y la ex regidora perredista Laura Beristain Navarrete, hermana de la senadora Luz María.

Este choque luce parejo no sólo por ser las representantes de dos grupos importantísimos en sus respectivas alianzas, sino porque destacaron durante sus últimas encomiendas y hoy presentan proyectos de interés general con énfasis en el servicio social, la atención a grupos vulnerables, así como a favor del medio ambiente.

Algo más: ambas se desempeñan en la ciudad que presidieron Góngora (2013-2016) y el candidato opositor a la gubernatura, Carlos Joaquín González (2005-2008), por lo que sus triunfos encarnarán una victoria con simbolismos para sus bloques. 

En las últimas dos Legislaturas el PRI ha mantenido el control del Congreso con alto porcentaje de triunfos distritales, que le ha permitido dominar las dinámicas del Poder Legislativo. El antecedente más reciente ocurrió en 2013, cuando arrasó en 14 de los 15 distritos en disputa (perdió en Cozumel), por lo que ahora el reto es mantener bajo su mando el recinto, aunque el panorama se visualice más complicado.