Las telecomunicaciones y los voceros de Slim

Vale la pena examinar el debate mediático en torno a la nueva reglamentación del sector, el cual estuvo marcado, sin duda, por los intereses de los grandes monopolios en la materia y de la radiodifusión.

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Aprobadas las leyes secundarias sobre telecomunicaciones, vale la pena examinar el debate mediático en torno a la nueva reglamentación del sector, el cual estuvo marcado, sin duda, por los intereses de los grandes monopolios en la materia y de la radiodifusión.

Al observar el comportamiento de partidos, legisladores, medios y opinadores pudo revelarse como común denominador un discurso unificado, que tiene como centro una fuerte descalificación a la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto a partir de los supuestos “regalos” a Televisa, pero absolutamente ausente de crítica a las empresas de Carlos Slim. Ese fue el tono y la línea que conductores de radio, especialistas y varios periódicos mantuvieron durante este proceso.

Junto con el PRD, estos medios y periodistas señalaron que supuestamente se beneficiaba a Televisa al establecer el principio de preponderancia por sector y no por servicio, pero por alguna razón omitieron en sus argumentaciones que determinar la preponderancia por servicio beneficiaría a Carlos Slim y sus empresas, debido a que sería sumamente complejo declarar a algún agente preponderante por esa vía.

Estos opinadores y periodistas autodenominados independientes también excluyeron de sus textos y reflexiones que las empresas de Slim controlan prácticamente 80 por ciento del mercado de las telecomunicaciones en México, cuyo valor se estima entre 34 mil y 50 mil millones de dólares, mientras que el mercado de la radio y la televisión en su conjunto oscila entre 7 mil y 9 mil millones de dólares.

Los perredistas y estos voceros oficiosos torpedearon una iniciativa, que hoy es ley, que por vez primera pone límites y establece sanciones a los monopolios en telecomunicaciones y radiodifusión simplemente por haberse ligado a los intereses del hombre más rico del mundo, unos por los grandes negocios que hicieron con éste desde el gobierno y los otros simplemente porque sus empresas también tienen fuertes ligas económicas con el monopolio de las telecomunicaciones.

Al final, con absoluta mayoría de 80 votos a favor y 37 en contra, los 51 senadores del PRI, junto con 22 del PAN, cinco del PVEM y dos del PT y Panal, se impusieron a los 21 del PRD que mantuvieron el voto unificado, pero que mostraron su profunda división interna, y a los 12 panistas fieles a Gustavo Madero, quien fue exhibido como incapaz de mantener la cohesión de sus senadores, así como a cuatro del PT.

Así las cosas, ahora falta ver si en verdad esta nueva legislación beneficia a los consumidores y trae la tan anhelada inversión millonaria que puede detonar la expansión del sector de telecomunicaciones en México.

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