La leyenda del Wáay Kot de Yaxcabá

Toda la mercancía de Don Claudio Padilla se vendía en el día, pero de la noche a la mañana siguiente, la tienda ya estaba surtida de nuevo.

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Don Claudio Padilla fue un hombre rico que llegó a ser alcalde de Yaxcabá alrededor del año 1825, según narra José Padilla Santos, descendiente de aquél.  Este señor tenía una casa enorme en la que almacenaba grandes cantidades de maíz y frijol, que vendía en las ciudades de Mérida y Campeche. 

En aquellos tiempos Yaxcabá era un cruce de caminos por los que circulaban los productos agrícolas que don Claudio compraba a todo el que se los llevara a vender. Además cobraba por hospedaje y comida tanto a los comerciantes como a los arrieros que lo necesitaran.

Dicen que don Claudio tenía novecientas mulas para realizar la compraventa de su mercadería, parte de ella procedente de Belice. Los clientes eran atendidos por hermosas muchachas empleadas del dueño. 

A veces se vendía toda la mercancía, pero de la noche a la mañana siguiente, la tienda ya estaba surtida de nuevo. Los habitantes de Yaxcabá se preguntaban cómo lograba eso el dueño. De las mismas personas surgió la respuesta. 

Se empezó a contar que don Claudio era brujo y por las noches se transformaba en pájaro gigante, el Wáay Kot, seguido por centenares de palomas que eran de su propiedad. Salían a Belice para traer los productos. Al amanecer todos ya estaban de regreso y la tienda abastecida.

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