AVISO EN LAS CALLES DE LA VIDA: Perdón por las molestias que le ocasiono. Soy un ser humano en proceso de ser mejor persona… Gracias por su comprensión 

Los hábitos de pensar y sentir son los que crean las condiciones de nuestra vida, buena o mala, satisfactoria o no, en abundancia o carencia. Los pensamientos que permitimos en nuestra mente crean nuestras emociones y sentimientos, llevándonos a acciones constructivas o destructivas. Tenemos la responsabilidad de hacer cambios positivos en nuestra vida y vivir cada vez ¡mejor! Recordemos que RESPONS-ABILIDAD  es la habilidad para responder a las diversas situaciones que se presentan en el escenario de nuestra vida, en el que, nos guste o no, tenemos el papel protagónico. Esto conlleva reconocer que hemos contribuido a llegar a donde y como estamos. 

La pregunta, a uno mismo, es: “¿Qué puedo hacer para que esto sea diferente?”, porque uno entiende que tiene el poder personal en todo momento, ya que, ante cualquier circunstancia y situación, podemos decidir cómo vivirla. 

Cuando somos niños, generalmente, respondemos al clima mental  y emocional de los adultos que nos rodean. Se ha llegado a la conclusión de que los hábitos de pensamiento y sentimientos se adquieren en la niñez y, muchas veces, en la adultez seguimos cargando con ideas, actitudes y sentimientos negativos acerca de quiénes somos y con maneras inadecuadas de relacionarnos con la vida y con las personas. Aprendimos, tal vez, a vivir con miedo, a ser violentad@s y abusad@s de diferentes maneras, a responder agresivamente o a ser víctimas. Se vuelven a recrear aquellas experiencias llevando un estilo de vida que propicia la invalidez, la descalificación, el fracaso, etc. 

“La Buena Nueva” es que tenemos el poder de modificar y hasta de cambiar esos hábitos negativos al darnos cuenta que somos dign@s de afecto, de respeto, de hacer las cosas bien, y de tomar decisiones inteligentes, así como elegir y escoger de lo bueno, lo mejor. 

Mirar al pasado como parte de la riqueza que nos han aportado las lecciones de vida, para liberar el pasado con paz en la mente y en el corazón, sin culpas y con agradecimiento por lo aprendido. Nada pasa por casualidad; todo se puede canalizar para un bien mayor en la realidad de lo que somos: APRENDICES DE LA VIDA. 

¡Feliz Año 2017 y todos los que Dios nos regale! 

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.