"Licenciados"

De unos y otros diputados de las fracciones parlamentarias de todos los colores en el Congreso del Estado, en una larga ristra que arrastra los nombres de los legisladores titulares...

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De unos y otros diputados de las fracciones parlamentarias de todos los colores en el Congreso del Estado, en una larga ristra que arrastra los nombres de los legisladores titulares anunciado sus licencias y, por consiguiente, de los suplentes que los han reemplazado en las curules abandonadas por seguir en la cadeneta de la vida política productiva.

Aún no sabiendo cuál será el resultado de las decisiones de quiénes serán los elegidos en sus banderías de dentro la vasta ringlera de aspirantes a las candidaturas, y el objetivo se diera, sino hasta que ocurra, y si no, regresarán campantemente a sus curules que dejaron encargadas. El resto es pura especulación. No es para menos. Este proceso sucede en un clima de alta emocionalidad. 

Dentro de la lista de diputados licenciados que se estarán friéndose en el sartén tricolor y movidos por el que lo tiene agarrado por el mango; los alineados no pueden saltar a destiempo de cocimiento, porque que se pondría en serios aprietos su futuro. 

También dentro de la andanada de diputados licenciados de los partidos opositores al PRI, PAN, PRD y PT, los más atrevidos tratan de cruzar las líneas imaginarias que los dividen de tal forma que la imposición no puede ser vencida con el no de pocos y ni con el silencio de los otros. 

Desde el mismo día de su licencia para contender en los próximos comicios en donde unos asfixien a otros, los grupos divididos no progresan. No es unos contra otros, sino que es uno contra todos.

No hay que ser demasiado perspicaz para entender quiénes serán favorecidos con las precandidaturas en el inicio de esta contienda. Los que representan al grupo o tribu que demuestre ser mayoritario en eventos electorales, y los que están potenciados por las emociones alrededor de las tradiciones, usos y costumbres antagónicas. 

Tampoco hay que escarbar mucho para descubrir quiénes saldrán postulados saliendo del amplio glifo de la alfaguara tricolor con las mejores opciones en pos de las precandidaturas, los que saldrán con la estrategia de campaña correcta cuando se decide dar un giro de alto grado que les permita el triunfo.

Ello al inicio de una era de renovación priísta que implica la necesidad de participar, aún en condiciones adversas, suben al ring electoral para colocar al PRI en el plano electoral con un nuevo rostro contra mitos y leyendas.

Esta será la variable clave de calibración entre los resultados presidenciales y la realidad del 7 de julio venidero, unidos a la fuerte maquinaria de movilización, y también con esa motivación que tienen con el buen trabajo oficial de acciones de política social, lo que jugará un papel fundamental con el estímulo en la participación de sus grupos con un activo nada despreciable. 

En el caso de la oposición, la participación es más dependiente a la devastación de los derechos de sus correligionarios, que de una estrategia desorganizada por estar en puga intestina, su mayor reto es vencer la apatía y el resentimiento, porque no hay nada que hacer para cambiar el resultado esperado el domingo 7 de julio.

Los esfuerzos por conformar un grupo variopinto para convencer a los partidos de la izquierda tradicional con la derecha conservadora, al asumir un novedoso raigambre, los duros y experimentados que lo increpan, y los que sólo quieren participar para dejar un mensaje, sólo en lo que creen que se puede ganar exponiendo los males de los demás. 

Estos últimos años han sido llevados con intolerancia, agravios, intimidaciones y de persecuciones para imponer a la brava un proyecto político personalista y de dominación, lo que va generando una merma en la preferenciaelectoral.

En la vuelta a su otrora partido, el PRD, la ex militante del PAN Maribel Villegas Canché busca espacio como aspirante externa; la comisión local perredista respondió que aún no se ha ampliado concebir tal figura. Y a la encomiable aspirante de marras, desde la cúpula perredista le dieron la razón, al sostenerle la inscripción como contendiente externa por la precandidatura bajo el sol por el sillón del palacio de la Tulum.

También entra en la lucha la diputada federal con licencia, Licha Concha Ricalde, en una lucha titánica para vencer a la división que enfrenta con los de su propia bandería albiazul en su ínsula natal, enchufados al urdido opositor con el PRD que se le montó con la bandera de mando encima. 

De sostenidos y sus bemoles

Los términos musicales dan connotación símil con la política, según la definición tradicional del término, de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios, con sostenidos, bemoles y sus contratiempos, utilizando los principios fundamentales del ritmo mediante procesos de interpretación.

Así, el flujo musical en la política puede cumplir con variadas funciones. Como al inicio del proceso electoral se han visto inmersos a los líderes de los partidos de oposición cómo se están repartiendo las “partituras” por el acomodo de las notas en el pentagrama.

Utilizando las llaves de sol, do y fa, con los ritmos y compases en alegreto, moderato y a contratiempo, sin respetar las pausas de los silencios, los procesos de selección de candidatos en los partidos de oposición dan pie a esta comparación que puede ser considerada como de absolutismo y dominación.

Ya se han destacado componentes en el marco del proceso electoral, si bien podrían considerarse con flujo sonoro los que expanden descontentos afónicos con los límites de su formulación, por dejar fuera del pentagrama a un cúmulo de fuerzas dispersas que no van seguir en esa sinfonía, ni acompañándolos con su instrumento propagador.

La definición más habitual en los manuales de música se parece bastante a esta definición que presupone hay combinaciones bien hechas –y otras que no lo son–, lo que es por lo menos, lo que se vislumbra con su intención.

Ahora que la situación del PAN luce radicalmente distinta a la de los días cuando el panismo lucía dueño de la escena. Los primeros a los que se entregaron fueron a los perredistas. Y lo más lamentable es que sólo algunos de los panistas se lo creyeron. Obviando, como siempre, a su otrora ideología conservadora. 

A estas alturas, sólo los nerviosos que quedaron fuera se empeñan en estar pendientes del empaño de su bandería al juntarla en una sola vasija, ya no con el honorado emblema, sino lo que queda de su espíritu alicaído, porque se han dado cuenta de cuán poco le adornan los rayos del sol, que no les permitirá llegar ver lo que fueron cuando iban solos. Cuando eso pasó, los del PAN creyeron ilusamente que no habría triunfo en la contienda electoral como tal, si no es junto al PRD. 

Afirmando que las cúpulas piensan en saltar al primer lugar del podio triunfal en la elección intermedia de Quintana Roo, lo que aun comprometiendo severamente su legitimidad, el PAN necesita desesperadamente vejigas para nadar, en razón de las duras decisiones que debieron tomar sin demora.

Creyendo que la coalición de marras sería un mero requisito formal, ahora con la dualidad emblemática de la oposición, la izquierda, -utilizando la derecha-, se presentaran juntos al proceso y, que incluso, superaría los márgenes logrados en las elecciones del 2010 en las regiones electorales que ganaron. En un diagnóstico tan comprometedor como irreal. 

La realidad desplegada con visos al proceso electoral desde su inicio, será otro escenario tan radicalmente distinto al de las ilusiones como para ponerles a temblar, porque la maquinaria tricolor va sobre rieles, y su despliegue ha seguido un rumbo exitoso que a todos tiene asombrados.

No sólo a los que no imaginaron el triunfo tricolor, sino también a los mismos opositores que creían no harían otra cosa que concurrir –por un deber sagrado– a un bipartidismo atípico PAN-PRD contra el PRI, como ha ocurrido en el pasado.

A estas alturas, nadie sabe lo que realmente sucederá el domingo 7 del 7. Lo que sí se sabe es que lo que pase no se parecerá al proceso local pasado, en lo más mínimo, con las impresiones que en la calle y lo que se produzca en los días de campaña, es en donde se actualizarán las aseveraciones y pronósticos.

La oposición, por su parte, está necesitada de dificultarle al Revolucionario Institucional su pretensión de convertirse en un proyecto de ganar carro completo, por lo cual se expone la vulnerabilidad y la incompetencia de quienes la personifican.

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