Lo peor siempre está por venir

Hoy, a nueve meses de gobierno, le toca a Enrique Peña Nieto encabezar la acción ante el impacto de dos meteoros.

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Desde el espejo de sus odios,
denuncian campañas.
Florestán

Siempre que un desastre natural golpea, lo que sigue es un conflicto social que deriva en crisis política y en caos financiero para quedar, ¿cómo?, en la insuficiencia y, luego, en el olvido del gobierno.

A lo largo de los años he cubierto muchos como reportero. Recuerdo el más grave de todos, los terremotos del l9 de septiembre de l985, mañana se cumplen 28 años, cuando a falta de presencia del Estado mexicano, la gente se organizó en la calle surgiendo lo que luego se llamaría la “sociedad civil”, que provocaría una serie de cambios hasta lograr el político, 15 años después, en las elecciones presidenciales de 2000. Antes debo decir que borró al PRI del Distrito Federal. Hoy todavía hay testimonios de aquellos daños.

En otros como Wilma, que destruyó Cancún en 2005, pero antes Paulina, en l997, la devastación, la exigencia de ayuda de los damnificados y las respuestas, siempre cortas de los gobiernos, provocaron graves crisis como la de Guerrero en l997, cuando cayó el alcalde de Acapulco y el presidente Ernesto Zedillo puso al frente de toda la operación al Ejército, entonces al mando del secretario Enrique Cervantes Aguirre.

En 2005, en Quintana Roo, el presidente Vicente Fox no se atrevió a tomar medidas ante la insuficiencia del gobierno local y, luego, la distancia que puso el suyo ante el desastre.

Hoy, a nueve meses de gobierno, le toca a Enrique Peña Nieto encabezar la acción ante el impacto de dos meteoros que en forma simultánea golpearon por el Golfo y por el Pacífico, provocando daños de los que aún no se tiene una idea y cuya magnitud se conocerá, como siempre, cuando bajen las aguas y pasen los días.

Esta es la primera gran crisis natural en su gobierno que, como todas, puede ser una oportunidad, a la vez que obligación de atender con eficacia y oportunidad, primero, a los damnificados, y luego la reconstrucción, lance en el que se mantiene al frente de la ola o lo revolcará.

RETALES

1. PLAZA. El Zócalo está apartado para que mañana a las 7:19 el presidente Peña Nieto ice la bandera monumental en memoria de las víctimas de los terremotos de 1985. Después ya verán de quién es la plaza;

2. INFORME. Miguel Ángel Mancera dio su primer informe de gobierno y no fue como unos querían, y le reclamaron, una declaración de guerra. Mantuvo lo que ha sido su línea en estos primeros nueve meses de gobierno: no confrontación. Ni modo que diera un vuelco por un informe; y

3. PANADERÍA. En el PAN el horno está para bollos y empieza a tomar forma, no sé si fuerza, la candidatura de Ernesto Cordero para su presidencia, en la que busca repetir Gustavo Madero. Si llegaran muy pegados, tanto que solo ahondarían la división, se buscaría a un tercero en no conflicto. Luis Felipe Bravo Mena, por ejemplo.

Nos vemos mañana, pero en privado

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