Lo que no nos mató... nos fortaleció

El fracaso tienes que tomarlo como algo temporal, no es para siempre. Analiza dónde pudiste haber fallado para reinventar.

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Existen personas y empresas que no saben cómo manejar el éxito. Pero hay otro tipo de personas, las que no saben manejar el fracaso. Tan importante uno como otro. La empresa exitosa que se pierde en el cielo por dejar de tener los pies sobre la tierra debido al éxito obtenido suele ser la perdición de la misma.

En el otro lado están las empresas que no toleran el fracaso y caen en el círculo vicioso que se presenta de varias maneras, incluyendo la falta de creatividad, la depresión del director o el dueño. Como líderes de empresas, como empresarios, como emprendedores, tenemos que aprender a lidiar con estas situaciones. Por esto hoy te comparto 5 pasos a seguir ante un fracaso:

1.- Es temporal.- El fracaso tienes que tomarlo como algo temporal, no es para siempre. Analiza dónde pudiste haber fallado para reinventar. Tienes que tener en la mente que sólo es pasajero y una curva provechosa de aprendizaje.

2.- Es aislado.- Es también un incidente aislado, no es parte de un karma que arrastras por algo que hiciste en tu otra vida. No te sucederá siempre, sólo ten cuidado y maneja la planeación para lograr evitarlo en acciones futuras.

3.- Expectativas realistas.- Una de las mayores razones del fracaso es que ponemos metas u objetivos muy difíciles de alcanzar o irreales. Concéntrate en datos reales, estúdialos, analízalos y con base en eso propón metas alcanzables y medibles.

4.- Concéntrate en tus fortalezas.- Si algo te ha llevado hoy a donde estás son tus fortalezas. Desarróllalas, crécelas y sácales más provecho a ellas. No las descuides, pues ellas siempre te darán la posición que hoy tienes.

5.- Fortalece tus debilidades.- Por el contrario, también dedícale tiempo a tu talón de Aquiles. El descuido de tus debilidades puede ser tu perdición o tu fracaso como empresa o empresario. Estúdialas y ponles tiempo de atención para mejorarlas cada vez más.

Provoca que los errores te sirvan para ser mejor aprendiendo de ellos. Focaliza tus acciones hacia donde quieres llegar corrigiendo en el camino lo que te daña o hace más débil. Siempre tendrás dos opciones ante el fracaso: encerrarte en tu cuarto a llorar o aprender y reinventarte para convertirlo en éxito. 

Y recuerda que, lo que no nos mató… nos fortaleció.

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