Los de carnitas con mucho clembuterol, amigos catrachos

Como si los hermanos catrachos vinieran de Ámsterdam, era para que se sintieran honrados de consumir del clembuterol.

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Hemos crecido con el temor equivocado. Nos escuece la sola idea de ser secuestrados por Los Zetas, requeridos por el SAT, estar endeudado con los Salinas o quedar en medio de una concertacesión con los PRItanes del PANcífico, por ejemplo, cuando nuestro verdadero terror debería de estar en la WADA, la World Anti-Doping Agency, enemiga a muerte de los deportistas dopados y del clembuterol. Esa que destruye más vidas que los montajes de García Luna Productions y el alcoholímetro. Si la WADA hubiera apañado a Raúl Salinas, no estaría impune, nomás eso les digo.

Pero aún así, cuando la selección hondureña de futbol se puso a decidir si traer o no su propia carne a México para no contaminarse de clembuterol, queda claro que todo es política ficción. Como si los hermanos catrachos vinieran de Ámsterdam, era para que se sintieran honrados de consumir del clembuterol en unos tacos de cochinada firmados por Chuy Corona, e incluso aspirar a que ese partido decisivo con los ratones verdes fuera en Michoacán, esa idílica geografía donde, según el góber interino, ni bullying hay; a que puedan entrenar en la sede nacional del PRIcámbrico temprano mientras ensayan para sus movilizaciones y mítines para defender el petróleo de quienes no lo quieren vender a la iniciativa privada; o en el Rancho San Cristóbal, donde Fox les podrían dar pasto verde con toloache incluido para que sepan lo que es amar a Dios en tierra de indios; pero ponerse sus moños por un poco de clembuterol me parece un exceso. Sobre todo porque si no se pusieran sus moños los hondureños podrían tener la dicha inicua de que la Femexfut los lleve de reventón a Guadalajara con las Chivas, o a Guerrero para que aprendan a organizar sus grupos de autodefensa para defenderse de las autodefensas, o a Los Pinos donde se divertirían en la reunión del gabinetillo que son como de coloquio de los Búfalos mojados.

Los mejores encuentros del grupo del Preciso fueron en el análisis del informe presidencial. Ocho horas para explicar esotéricamente la caída estrepitosa del crecimiento económico. ¿Así va estar lo de Pemex? Como sea, ya es momento de ponerle un alto a la WADA, que son los providos del dopaje. Que se despenalice el clembuterol y que se realice unas Olimpiadas para dopados.

www.twitter.com/jairocalixto

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