Los espacios públicos

Recientemente fueron autorizados por el Instituto Nacional Electoral los registros de tres nuevos partidos políticos...

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Recientemente fueron autorizados por el Instituto Nacional Electoral los registros de tres nuevos partidos políticos. Más allá del tema ideológico que pudieran tener alguno de estas nuevas instituciones políticas, más allá de la ideología, estatutos o programas de gobierno de cualquiera de los partidos existentes, creo que se ha debatido de manera insistente sobre el gasto público que se les destina.

Nuestra época es menos afín a las ideologías. Hace pocas décadas los partidos políticos se asumían de manera más clara con cierta ideología. Ahora, buscan el centro ideológico, el espacio en donde se supone se concentra la mayoría de los ciudadanos, los sin partido, los menos extremistas.  Esta situación ha provocado que los elementos que tenían los ciudadanos para elegir a un partido político en lugar de otro, sean cada vez más difíciles  de discernir.  Es decir, si  la mayoría de los ciudadanos no militan en ningún partido, y cuando hay elecciones los partidos prefieren posicionar la imagen del candidato y el slogan de la campaña, resulta claro que la mayoría mantiene un comportamiento apático. 

De cierta manera, los ciudadanos confirman lo que han escuchado o leído en algún lugar: todos los políticos son iguales. Y entonces se pueden analizar otras opciones para participar en los temas de la comunidad. 

Es importante recordar que además de los partidos políticos existen otros espacios donde se puede hacer ciudadanía, por ejemplo las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), asociaciones de ciudadanos que apoyan un determinado asunto. Estas organizaciones generalmente permiten que algún problema social que antes no era relevante, se vuelva visible, es decir, que exista en la arena pública. 

Además de las ONG creo que se puede considerar que los ciudadanos pueden participar de manera activa en la sociedad desde la academia, principalmente desde las universidades, en donde los jóvenes escuchan y aprenden los elementos básicos que más tarde les ayudarán a formar parte de la sociedad.

Por otro lado existen las cámaras empresariales, en donde ciudadanos con un interés específico se reúnen con el fin de alcanzar metas comunes, enfocadas principalmente a la mejoría de sus empresas.

Además de estos ejemplos estoy seguro que existen muchas formas de participar de manera activa en los asuntos sociales. Ahora quiero hacer una breve reflexión.  

En teoría estos espacios son para los ciudadanos, para que se manifiesten, para que expresen su punto de vista, pero ¿qué pasa si estos espacios, supuestamente ciudadanos,  son ocupados por personas afines al gobierno en turno? Considero que en muchas ocasiones, más allá de la apatía sobre la política, está el problema de que son muy pocos los espacios realmente ciudadanos. 

Generalmente se confunde el interés general con el interés personal, lo que se traduce en menos espacios ciudadanos. Y el déficit de credibilidad que tienen los partidos políticos aumenta con el déficit de credibilidad de los otros grupos sociales. Es decir, tenemos una sociedad con un serio problema de credibilidad en sus instituciones. 

Conviene pensar qué podemos hacer para empezar a creer en los otros ciudadanos. 

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