Los maestros se defienden

Abordado desde distintas perspectivas, el tema de los maestros inconformes genera polémica en casi todos los ámbitos...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Abordado desde distintas perspectivas, el tema de los maestros inconformes genera polémica en casi todos los ámbitos. En la mayoría de los espacios periodísticos se presenta la versión grotesca de los docentes, aquella que muestra desmanes e intereses tergiversados; sin embargo, debe reconocerse que muchos gozan una madurez envidiable expresada en sus planteamientos. Tienen “su verdad”, y eso es respetable.

Dos maestros de Quintana Roo, quienes participan en el movimiento de resistencia en la Ciudad de México, me explicaron los motivos de su aparente rebeldía. No representa mi postura: comparto su opinión porque el tópico es oportuno y vale la pena reflexionar en torno a ello aun cuando algunos puntos parezcan desatinados. En el fondo, puede haber una enorme verdad. Ustedes dirán.

Primero. Según argumentan, la (nueva) ley debe ser pareja. ¿Por qué no establecer exámenes de evaluación a todos los doctores de México?. El maestro educa, el médico más que eso.

Segundo: Si diariamente nos enojamos por caos viales, cruces mal diseñados, puentes con vicios estructurales y miles de pequeños detalles, sobre todo en Cancún, ¿por qué no hacer exámenes periódicos de conocimientos a todos los ingenieros y arquitectos dedicados a la construcción en general?

Tercero: ¿Por qué no planear evaluaciones a todos los adolescentes que deseen ser padres ya que muchas veces no tienen idea de lo que significa?

Cuarto: ¿Quién será el “capacitado” para realizar las evaluaciones objetivas y tan completas como las que pretenden? ¿Los políticos? ¿Los líderes sindicales? ¿Eruditos con tendencia izquierdista o derechista?

Quinto: ¿Por qué no evalúan con tal severidad a los políticos? ¿Por qué no evaluar al presidente de la nación, a los gobernadores, a los diputados, a los senadores…?

Son ellos a quienes deberían aplicarles exámenes de conocimientos y, ante todo, de honestidad.

Sin duda es necesario que se reconozca el trabajo del docente. Debe valorarse. Hay maestros malos y buenos; médicos buenos y malos; ingenieros buenos y malos, y políticos buenos y malos.

DESORBITADO…

Corre este rumor escalofriante: “infiltrado por grupos violentos de la CNTE, perredistas, ‘porros’ y radicales del movimiento ‘Yo Soy 132’, los maestros de Quintana Roo siguen provocando el caos en la ciudad y bloqueando algunas carreteras del estado”. Si resulta cierto y no es un cuento político, la resistencia colapsará en cualquier momento. Desde ya, con esa hipótesis a cuestas, está perdiendo toda credibilidad.

Lo más leído

skeleton





skeleton