Esta semana no hablaremos del Palacio del Gobernador de Uxmal, pero sí compartimos el tema sobre la flora y la fauna de Uxmal que es el eje del programa  de nuestras exposiciones temporales en la unidad de servicios de la zona arqueológica.

En este sentido, no hay duda del amplio bagaje sobre el uso y manejo de la biodiversidad que los mayas han adquirido a través del tiempo con el pleno conocimiento del paisaje natural.

Las necesidades básicas, como la alimentación, la medicina y un abrigo seguro, los llevaron a construir su vivienda y otras edificaciones complejas.

La alimentación se subsanó con el cultivo y la domesticación de una gran diversidad de especies. En Uxmal, los mayas prehispánicos obtuvieron el sustento del paisaje natural.  

La cosmovisión maya de la selva siempre ha sido como un ser vivo, que en su interior contiene múltiples cosas  con vida y alma.

Entre esas múltiples cosas con vida hay diferencias que hemos detectado en Uxmal, por ejemplo, cinco tipos de comunidades vegetales: selva baja caducifolia, selva inundable, selva mediana sub caducifolia, vegetación manejada y vegetación de aguadas.

Estas selvas resguardan en su interior una alta diversidad de especies de plantas, aves y murciélagos. Entre los mayas prehispánicos y los de hoy  el aprovechamiento de las plantas se da principalmente por sus diversas propiedades medicinales, artesanales, alimenticias, decorativas, sagradas y simbólicas.

En Uxmal se han registrado 321 especies de plantas y más de 200 tienen al menos un uso local.  

Los murciélagos se encuentran perchando (colgando) en el interior de los templos y en las cavernas y árboles, en el área maya peninsular existen 62 especies. Estos animales juegan un papel ecológico importante. Estaban relacionados con la oscuridad, la muerte, los sacrificios, la fertilidad y la sexualidad. 

También alberga Uxmal una alta diversidad de especies de aves nativas y migratorias que llegan a reproducirse y fueron muy preciadas porque las asocian con la fertilidad, la abundancia, con las divinidades y la realeza. Las plumas eran comercializadas como materia prima para la manufactura de trajes y otros artefactos.