Los Príncipes

En Sonora prohibieron “Príncipe y Príncipe”, de Perla Szuchmacher, obra que habla de la diversidad sexual.

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El teatro para niños en México está pasando por grandes transformaciones: se aleja de las historias de siempre y habla de los grandes temas. Los temas “prohibidos” son llevados a la escena. Importantes autores internacionales abrieron esa puerta con sus propuestas poéticas pero llenas de realidad. Ellos generaron un movimiento que no ha parado y se reproduce incesantemente.

El bullying, el suicidio, el divorcio, la muerte, la diversidad sexual, la guerra, el cáncer, la violencia intrafamiliar e infinidad de temas son escritos para los niños. Más de un padre de familia se escandalizó y sacó a su hijo del teatro -prefiriendo compartir la televisión y las novelas con sus escenas de cama-, otros amodorrados o en sus preocupaciones no hacían el menor caso a lo que sucedía en las obras.

En Sonora prohibieron “Príncipe y Príncipe”, de Perla Szuchmacher, obra que habla de la diversidad sexual. El argumento fue: “Nosotros vemos como muy preocupante que esta obra se quiera llevar a niños de educación básica, debido a que su mentecita aún no tiene la suficiente madurez o conocimiento del mundo para entender en su justa dimensión el tema de la diversidad sexual”.   Creo que todos tenemos derecho a decidir qué vemos y qué compartimos en familia, ya sea en la calle o en casa. Lo que me parece terrible es minimizar la mente de los niños.

Más de una vez he escuchado decir que son como “esponjitas” que absorben todo… o como baúles vacíos que hay que llenar de cosas. No estoy de acuerdo, los niños son seres completos, pensantes, llegan al mundo con su carga de cosas, sus mentes no son diminutas, son gigantes; en muchos casos, los adultos nos encargamos de reducirlos, y querer compartir con ellos un panorama vacío de realidad hermanado con el príncipe y la princesa, con el final feliz de siempre y no con una diversidad de finales donde cada uno puede tomar su decisión, siguiendo los impulsos de su corazón e inteligencia.

Un amigo me decía que también es importante hablar de los otros temas, ya que no todos los niños tienen padres divorciados o viven momentos difíciles. Estoy de acuerdo, mientras  no creamos que nosotros tenemos que enseñarles todo, mientras aprendamos a aprehender de ellos, estaremos construyendo caminos sólidos para que vivan mejores momentos; no todos felices ni perfectos, pero sí acompañados y reales.

Los niños me han enseñado que su mirada finita está muy lejos de la mirada catastrófica o discriminadora de muchos adultos. El teatro para niños en México está haciendo mucho, en este caso, escandalizando a los padres de familia, ojalá tengan la misma actitud cuando llevan a sus hijos a ver “obras” espantosas.

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