Maduran las ideas ciudadanas

En Quintana Roo se está gestando un movimiento social que busca restablecer el rol preponderante del ciudadano...

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En Quintana Roo se está gestando un movimiento social que busca restablecer el rol preponderante del ciudadano en la vida pública para beneficio de la sociedad. Es un “nodo en incubación” de Wikipolítica; esa plataforma conocida por promover soluciones comunes a problemas compartidos, y que presume al diputado independiente, Pedro Kumamoto, como su más destacado exponente.

A días de presentarse formalmente (aunque lleva meses en trabajo), la representación estatal tuvo el pasado viernes su primer conversatorio, “Dialogrando”, en el que participaron activistas, estudiantes y comunicadores, quienes establecerán una agenda de auditorías ciudadanas, asistirán a sesiones de Cabildo, procurarán el rescate de espacios públicos, entre otras actividades.

Luis Daniel Villa, su enlace local, además de enfatizar la condición apartidista y sin fines de lucro, subraya la multiplicidad de voces que convergen en dicho proceso. Entre los más activos hay “viejos conocidos” de tales dinámicas: Tiziana Roma, Bettina Cetto, Lizzy Santoyo, Tulio Arroyo y Alberto Charles. 

La iniciativa es oportuna, pues más nunca los cancunenses están luchando por sus espacios. Ahí están los casos recientes de la ciclopista o el Malecón Tajamar, con masiva cobertura, aun cuando antes se acusó –con escasa difusión, eso sí– la tala en los camellones de la Avenida Tulum, la invasión de parques en regiones, la polémica del “Ombligo Verde”, la cirugía mayor sin aviso previo de El Crucero o la intentona por cambiar de lugar el Palacio Municipal.

Ahora pareciera moda, pero no lo es bajo ninguna mirada seria. Es, sin duda, el despertar ciudadano tras tantas burlas de servidores públicos y empresarios; la articulación efectiva de reclamos y demandas; la consolidación de una identidad antes difusa, así como la maduración de las ideas concebidas por ese grupo convencido de que les asiste la razón.

Y es que el modelo que se ha ido configurando considera pocos (o nulos) espacios públicos, lo cual se conjuga con un rezago en el mobiliario relacionado con el deporte, la cultura, la recreación y la movilidad, además de que las áreas verdes son calificadas inseguras.

El Observatorio de la Gobernanza para la Cooperación y el Desarrollo, A.C., refería hace unos días que, además de que los espacios tienen problemas de estacionamiento y saturación, se suma la necesidad de mejorarlos en mantenimiento, seguridad y diversificación de la oferta.

Aunque hay algo peor según una encuesta del mismo Observatorio: sólo el 12% de los habitantes se involucra en estos temas, no por desinterés ni pereza, sino porque suponen la manipulación de grupos del propio sistema político dominante, por lo que ganar confianza es vital.

Por todo lo anterior sobran motivos para organizarse, por lo que este esfuerzo cívico debe ser respaldado por otras agrupaciones cuyos propósitos son similares, y respetado por los gobernantes, que deberán responder de buena manera.

Podría ser éste el inicio de un punto de inflexión del “nuevo Cancún”, en el que se acabe la relación vertical con los poderes y se reconozca la capacidad de acción de los ciudadanos, cada vez más ansiosos por participar.

Desorbitado

De acuerdo con el Plan de Desarrollo Urbano elaborado por la anterior administración municipal, la relación de espacios recreativos gratuitos por habitante es de 2.4 metros cuadrados. Según el criterio de la Organización Mundial de la Salud, la relación óptima de espacios recreativos es de nueve metros cuadrados por persona, por lo que perdura una deuda con la gente.

De esta manera, además de recuperar es obligatorio crear nuevos espacios que cubran las demandas ciudadanas.

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