¿Y de veras la venganza es dulce? Florestán

El peor escenario que podía presentarse para Venezuela se le hizo realidad a Nicolás Maduro, candidato designado por Hugo Chávez en su última voluntad pública cuando el pasado 8 de diciembre regresó a Caracas, en su etapa terminal, para presentarlo como su sucesor: ganar por un estrechísimo margen de 1.7 por ciento.

Para aquellas fechas ya se habían dado los acuerdos de La Habana, en los que Raúl Castro, llevando como testigo a un por momentos ausente, pero siempre legitimador Fidel Castro, establecieron la hoja de ruta de la sucesión de Chávez, sabedores de la gravedad de su estado de salud.

Los Castro corrigieron el primer error que dejaba fuera de los acuerdos al sucesor legal, Diosdado Cabello, y al recién designado canciller, Elías Jaua, y los incorporaron para cerrar el círculo de la sucesión.

Y fue en esas condiciones que ya enviaron a Chávez a Venezuela para destapar a Maduro y volar de inmediato a Cuba para la última operación, el 11 de diciembre. Moriría el 5 de marzo, oficialmente, en Caracas.

En esas condiciones se desarrolló campaña y proceso electoral en Venezuela, dando la victoria al sucesor designado por apenas 265 mil 256 votos, al alcanzar 7, 563,747, unos 680 mil menos que Chávez en las elecciones del 7 de octubre, las que ganó a Capriles por 55 a 44 por ciento, 11 puntos de ventaja, a diferencia del 1.7 de Maduro el domingo.

En su discurso de aceptación, Maduro invocó el caso México-2006: En nuestra hermana México, dijo en su discurso de victoria, un presidente anterior al actual (Felipe Calderón) ganó con 0.3% y gobernó seis años completitos. ¿Y qué dijo la izquierda, la oposición allá? Se respetan los resultados.

Maduro falseó esta información. Calderón ganó en 2006 por .56 por ciento, no por 0.3 por ciento, y Andrés Manuel López Obrador y los partidos de izquierda que lo postularon desconocieron los resultados, endosándole a Calderón los mismos epítetos que Capriles le aplica ahora a Maduro: ilegítimo y espurio, exigiéndole lo mismo: voto por voto y denunciando el fraude electoral.

Esta derrota tan estrecha da nueva vida a Capriles y marca el declive de Maduro ante lo que se endurecerá.

RETALES

1. VISITA. La embajada de Estados Unidos está por confirmar la visita a Washington de Miguel Ángel Osorio Chong, tras los atentados de ayer en Boston. Osorio tiene programados encuentros con la secretaria de Seguridad Interna y otra con el equipo de Obama en la Casa Blanca;

2. MORELIA. Por ahora no saldrá Fausto Vallejo del gobierno de Michoacán, que exigen PAN y PRD. Primero analizarán el tiempo de su recuperación tras su trasplante. Pero no vendría mal que se informara sobre su estado de salud; y

3. CAMBIO. Arden PAN y PRD en Oaxaca por el nombramiento de Alfonso Gómez Sandoval como secretario general de Gobierno de Gabino Cué, en lugar de Jesús Martínez Álvarez. Lo acusan de priista.

Nos vemos mañana, pero en privado.