En la política se dice que el día después de la elección está permitido que los ganadores se burlen de los perdedores, quienes tienen que aguantar estoicamente, pero al día siguiente todo vuelve a la normalidad y seguimos tan amigos como siempre. 
Perder es algo que a nadie le gusta. Perder en un ambiente político es doblemente fuerte por los reflectores que se tienen encima. Y es que en el tiempo que pasa entre la publicación de los resultados de las elecciones y la aceptación de la derrota es cuando más burlas, comentarios y memes surgen entre la gente. Algunos muy crueles y algunos, la verdad, muy chistosos.

Nerio Torres tardó algunos días en aceptar la derrota oficialmente, sin embargo su primera aparición después de la elección, a través de las redes sociales, fue con una fotografía que decía más que mil palabras. El, vestido de negro y cabizbajo, abrazando a una perrita como quien busca consuelo en el mejor amigo.

Creo que el mensaje que acompañó la imagen decía que rescató a la perrita y ahora es parte de su familia. La verdad no me acuerdo, porque la imagen me dijo mucho más. Días después envió un comunicado aceptando la derrota con la cabeza en alto. 

A Jessica Saidén le han llovido comentarios de todo tipo, pero sobre todo críticas por haber impugnado y no aceptar la derrota. Le han sacado notas de que no aparece en público, que la vieron casi casi huyendo del país, que cerró su cuenta de Facebook y luego la volvió a abrir.

Lo que se nos olvida es que a fin de cuentas, está en su derecho de impugnar. Si queda bien o mal, es una opinión que cada quien se hará, pero la clave está en respetar. Yo pienso que hace mucho debió enviar un mensaje de aceptación, conciliador y sereno, pero no la culpo por querer pelear. Y francamente me da la impresión de que los que ganaron, para estar muy seguros y contentos de haberla sacado del municipio, están muy atentos a lo que hace. Hay que ser humildes en la victoria y dignos en la derrota.

Y también tenemos a los perdedores que no aportan, como aquellos del PAN que se quedaron sin curul por ser hombres.

Dicen que seguramente hubo acuerdos con el Iepac para dejarlos fuera. Es grave lo que dicen, porque insinúan que la máxima autoridad electoral del Estado no es imparcial y es fácilmente moldeable, todo sin pruebas y con puros dichos. Ahora bien, yo no recuerdo a un solo político oponerse a las reformas para promover la paridad de género.

Todos estuvieron de acuerdo en que el simple hecho de ser mujeres las hace merecedoras de todo. Yo por eso insisto en que no es cuestión de ley sino de educación, que llegue quien se lo merezca más, hombre o mujer, por su perfil y su capacidad. Y me va a disculpar pero, para mí, ninguno de los involucrados en el pleito se lo merecen. Bonito Congreso podríamos tener.