Unos 30 comercios de la zona del Monumento a la Revolución pararán actividades hoy en protesta por el plantón de los maestros que los está matando.

Dicen que paran porque en sus negocios ya solo se paran las moscas proliferadas por el séptico plantón de la CNTE, que cumple 40 días. Algunos han comenzado a despedir empleados.

Se trata de una salvajada que, a juzgar por los hechos, cuenta con la escolta del gobierno del DF y la Secretaría de Gobernación. ¿Qué justicia es esta que permite a la vista de todos una violación tumultuaria, 24 horas diarias, donde además el violador endiosado se sube la bragueta con aires de victoria, haciendo saber que lo repetirá y repetirá las veces que le plazca? ¿No hay alguien en Bucareli o el Ayuntamiento que al menos haga como que ve? ¿Cuántos días más se necesitan para detener esta barbaridad? ¿Otros 40, 400, 4 mil?

La Cámara de Comercio y Servicios en Pequeño de la Ciudad de México calcula que, solo ahí, en la Plaza de la República, se llevan perdidos 285 millones de pesos. Por eso la protesta de hoy.

“Es solo una primera protesta”, me dice el presidente de la Cámara, Gerardo López Becerra. “Entiendo que no serán muchos y quizá no llamen mucho la atención, pero es un ya basta. No tengo memoria de que comerciantes se hayan unido en un cierre parcial de sus negocios”.

Triste verlos rascándose con sus uñas. No parece quedarles de otra, porque como bien escribió ayer Ricardo Alemán, “no existe ninguna autoridad capaz de hacer valer la ley y aplicar la justicia”.

Qué vergüenza, qué crimen.