Más allá de los acontecimientos de esta semana, por los preinformes de gobierno estatal, así como el rollo del municipio con el asunto de las lámparas, porque esto ultimo todavía va para largo y lo único cierto es que si le toca al Ayuntamiento pagar, ya no será una decisión de Renán Barrera, porque por la agilidad con la que se está resolviendo el tema, él probablemente estará  en otro cargo público, a menos claro que sólo por “molestarlo” en sus aspiraciones se le comience a dar “celeridad” al proceso, pero bueno eso ya lo veremos después.

Dedico estas líneas a la memoria de un hombre que mucho nos enseñó, que fue un excelente editor y corrector de estilo, el profesor José Gil Alonzo Rodríguez, a quien tuve el gusto de conocer cuando comencé esta carrera hace ya casi 20 años en Novedades de Yucatán.

Y aunque sólo fueron unos meses, puedo decir que era un hombre que sin gran esfuerzo se ganaba el respeto y la simpatía de todos, hombres y mujeres por igual, un excelente corrector que respetaba los estilos, y que sobre todo con mano sabia y facilidad nos ayudaba a los novatos a eliminar las “muletillas” propias de nuestros primeros escritos y mejorar nuestro trabajo. En la redacción lo despedimos recordando el saludo que de todos fue conocido, ¿Quién es el más macho? ¡Gilacho!