El gobernador del Estado, Roberto Borge Angulo, anunció que se duplicará el número de escuelas de tiempo completo, que actualmente es de 138, beneficiándose a 18 mil 650 estudiantes, con la finalidad de seguir mejorando la educación que se imparte en educación primaria.

El Programa de Escuelas de Tiempo Completo, apenas tiene cinco años de haberse instituido en Quintana Roo y en ese corto lapso, ha entregado muy buenas cuentas a la sociedad. Fueron las escuelas que mejores resultados obtuvieron en la prueba Enlace, que si bien tuvo sus bemoles, sin duda representó un avance en la forma en que se evalúan a los alumnos.

Esta modalidad educativa viene a sumarse a la oferta en educación primaria, con el propósito de propiciar el desarrollo integral y humanista de los alumnos, para potenciar la igualdad de oportunidades y su inserción productiva en la sociedad.

El rasgo distintivo de este tipo de escuelas, es el incremento del tiempo de permanencia de los alumnos, ofreciendo una propuesta pedagógica que se ajusta a sus características y necesidades, impulsada por medio del trabajo conjunto entre maestros y el apoyo de los padres de familia y la comunidad.

Es interesante saber que la colaboración de todas estas partes,  a fin de atender necesidades de alimentación, salud, recreación, arte y cultura, enseñanza de una segunda o tercera lengua, uso de tecnología, civismo, valores éticos, o para fortalecer una formación integral y enriquecida, desarrolla las habilidades y competencias de los alumnos y brinda un servicio educativo con calidad y equidad para la población en condiciones desfavorables.

La enseñanza en las escuelas de tiempo completo considera las principales áreas curriculares y principios rectores como son: propiciar la construcción y reconstrucción activa de los conocimientos de los alumnos, desarrollar la capacidad para buscar y procesar información, además de resolver situaciones problemáticas.

Pero también para introducir elementos lúdicos y motivadores; propiciar espacios de producción colectiva y en pequeños grupos y trabajo individual autónomo; establecer con claridad los niveles de conocimiento y competencia que se espera alcancen los niños, sin olvidar las evaluaciones y autoevaluaciones frecuentes de carácter formativo que permitan intervenciones docentes para mejorar y consolidar los aprendizajes.

Las Escuelas de Tiempo Completo, representan en buena medida, una respuesta a la necesidad de generar condiciones institucionales adecuadas para mejorar las oportunidades de los alumnos, no solo a la adquisición de conocimientos, sino al logro de los aprendizajes y al desarrollo de competencias.

Ampliar la jornada escolar, constituye una acción estratégica eficaz, al utilizarse el tiempo fundamentalmente en actividades de aprendizaje e invertirlo de manera efectiva en la formación de los alumnos.

El anuncio del Gobernador del Estado debe ser tomado en su justa dimensión, porque es mediante las escuelas de tiempo completo como se pueden incrementar los estándares de calidad en la educación básica.

Es más, aunque es apenas una idea, en el futuro podría ocurrir que la mayoría de los centros educativos de educación primaria, formen parte de esta modalidad educativa que ha demostrado su éxito.

En justicia, debemos celebrar que la autoridad estatal esté convencida de que es a través de una educación de calidad, como podremos combatir no sólo los rezagos en la enseñanza de educación básica, sino también ampliar los aprendizajes de los estudiantes de manera integral.

La calidad de la educación ha sido una asignatura pendiente en nuestro país, pero hemos perdido mucho tiempo en asuntos de escándalo relacionados más bien con las conquistas sindicales del magisterio, mientras se deja a un lado el tema central de la educación, atendido certeramente por otros países que no tienen tanto presupuesto a su disposición, pero que son altamente eficaces.