Más sabe el charro sindical por charro que por diablo

Los mexicanos deberíamos estar agradecidos con Robero Deschamps por mantener a su junior instalado en el livin la vida loca, ajeno a las tentaciones del poder.

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Me parece de pésimo y artesano gusto perturbar la vida del senador priista Robero Deschamps, consagrada a resolver los problemas de sus agremiados, solo para denunciar cosas tan intrascendentes como que su hijo tiene propiedades en Miami. Sobre todo porque lo ilógico sería que el nini no tuviera departamentos a todo lujo para que hicieran juego con el Ferrari que le regaló su apá. O qué, ¿también querían que le regalara su vocho y su changarro?

Digo, para qué quieres un auto perrón si no puedes estacionarlo en uno de esos conjuntos habitacionales de súper lujo que deben ser fuente de inspiración para el gobierno, que afirmó que ya no financiará la construcción de viviendas indignas. Aunque llega 40 años tarde, la idea no es mala. ¿Quién le habrá dicho que los conjuntos habitacionales de llamado interés social, orgullo de la burbuja inmobiliaria prianista, eran indignos solo por medir 8 x 8? 

Tan bonitos que son estos departamentos y esas casitas que han contribuido a que la gran familia mexicana se mantenga en contacto, cuerpo a cuerpo, para mantener el calor de hogar. 

Además, los mexicanos deberíamos estar agradecidos con Robero Deschamps por mantener a su junior instalado en el livin la vida loca, ajeno a las tentaciones del poder, sin aspiraciones políticas o sindicales. De la misma forma el insigne petrolero, un hombre sabio (si sobrevivió al Pemexgate, ni modo que no sobreviviera a los orgullos de su nepotismo) mantiene a su hija también en las grandes ligas del glamur, no fuera a ser que la criatura se le ocurriera desprestigiarlo clausurando restaurantes como #LadyProfeco. 

O sea, para que le salgan como El Niño Verde o la parentela de la maestra Gordillo, mejor tenerlos viviendo cual pachás a la distancia. Y ya que hablamos de la educadora, ahora que supongo que el señor Juan Díaz —hoy líder del SNTE— no le está pasando esos 15 millones al mes para sus chuchulucos en Neiman Marcus, se podría utilizar ese dinero para financiar, mínimo, los gasolinazos. 

O las campañas del PRI en Veracruz para desprestigiar a Chayito. Más sabe el charro sindical por charro, que por diablo. De ahí que el viejo zorro de Robero Deschamps, inspirado en el Rey Lear, mandara a sus hijos a un exilio dorado lejos del poder que, ya se sabe, corrompe. Y de a madres. 

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