¿Dónde quedó la gran cantidad de gente que empezó a ir al gym el 1 de enero? Recuerdo  también haber visto a muchísima gente trotando por las calles hace una semana y ahora parece haber desaparecido como por arte de magia. Si tú eres de esos que ya se plantearon un propósito de año nuevo y estás intentando ejecutarlo, necesitarás muchísimo empeño y trazarte una meta segura y viable.

¿A qué me refiero? Permíteme ejemplificarlo: soy muy malo para hacer dieta, jamás he hecho una, pero deseo bajar algunos kilitos, y me he dispuesto a comer ensalada todos los días. Si jamás lo he hecho y me pongo como meta consumir este alimento por un año, estaría exigiéndome demasiado, dudaría poder cumplirlo realmente, por lo tanto primero necesito generarme un hábito para adaptarme a las ensaladas, lo cual es una meta factible a corto plazo y una vez alcanzada podría replantearme la estrategia.

En 1960, el cirujano plástico Maxwell Maltx publicó un libro donde mencionaba que, según sus estudios empíricos, un hábito se creaba al repetir una acción durante 21 días; sin embargo, él se enfocó al tiempo en que los pacientes se acostumbraban a su nuevo físico.

Un hábito, y no hablamos del que portan las monjas, es un acto que se realiza por costumbre y puede ser positivo, como este mago comiendo ensalada, o negativo, como el tabaquismo.

Según la Dra. Jane Wardle, quien publicó un artículo científico en la European Journal of Social Psychology, realmente se necesitan 66 días para que una acción pueda volverse un hábito y pueda durar años en tu vida. ¿Qué mágicas son las neuronas, verdad? Así que, si deseas cumplir tu propósito, ponte el hábito, repite la acción diario y a la misma hora, de hoy al 23 de marzo y muy probablemente te será difícil deshacerte de ella.