Medicina y tiempo de 'remojar barbas'

Todo esfuerzo dedicación y entrega tiene su recompensa. Cada acción se mide, pesa y juzga; si no das el ancho, te segregas.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Este fin de semana, en las playas de Chuburná, fue sensacional. Convivimos con cariñosa familia,  y aproveché -como hace tiempo no lo hacía- sentarme en la orilla de esas aguas cristalinas, que extrañamente aún podemos encontrar en costas yucatecas.

Tratando de liberar mi mente y arrancarme el estrés, envidias y sinsabores de la semana, sin darme cuenta me transporté en el tiempo,y al ser acariciado por el céfiro con aroma de mar recordé una de tantas tardes, cuando mi padre se sentaba a platicar experiencias, que se convirtieron en valiosos consejos con el devenir del tiempo. Por cierto, todos ellos puntualizaban la necesidad de preservar valores y principios que caracterizan al ser honesto consigo y los demás.

Traigo a colación lo anterior porque hoy más que nunca debemos aplicarnos y desterrar el “hay se va”. Son momento de demostrar de qué estamos hechos. Debemos aplicar eficientemente nuestros conocimientos y recursos para alcanzar la excelencia. Y dije demostrar con acciones y papeles, o sea sin aprovecharnos de la tecnología, que usan los de al lado para maquillar o manipular computadoras, creyendo  poder engañar a cualquiera. Recuerda que sólo te engañas tú, pero a quienes te debes jamás. Resumo: honestidad y transparencia, más allá de consecuencias.

Lo dictado aplica para tu trabajo, rol en casa o como ciudadano de este maravilloso Estado; pero, si eres un servidor de la salud, multiplícalo por siete veces siete. Hay que sobreponerse a cansancio, dolor y adversidad, son momentos de sacar fuerzas extras para orientar, guiar, participar, diseñar y comprometerse con todos aquellos a quienes nos debemos y a quienes juramos curar. 

Recuerdo pasaje de clásico libro de Noah Gordon, “El Médico”, donde se le enfatizaba al aprendiz que no curamos enfermedades, curamos seres humanos; en el primero hay frialdad y en el segundo hay calidez, que trae implícito valores y principios.Tiene más valor y recompensa aquel que sin tanta herramienta alcanza logros tangibles y reales con sus semejantes, que quien con rimbombancia, cura sin sentir la conexión con ese ser humano. Bíblico es: más da quien se desprende de lo que necesita, que quien da y exhibe lo que le sobra.

Finalmente, te aseguro, que todo esfuerzo dedicación y entrega tiene su recompensa. Cada acción se mide, pesa y juzga; si no das el ancho, te segregas. Va remodelándose el ejercicio de la Medicina y van cayendo por su propio peso o por decisión de Juez los deshonestos. Aquí perfectamente embona el refrán: “¡Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…!”

Lo más leído

skeleton





skeleton