Menjunjes del ¿Yerberito moderno?

La SSY revisa alrededor de 50 avisos de publicidad y etiquetado de suplementos alimenticios al mes, con el afán de evitar la venta de productos 'milagro'.

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Quien no recuerda a la inmortal Celia Cruz entonando el “Yerberito moderno”: Se oye el rumor de un pregonar/ que dice así: el yerberito llegó, llegó/ traigo yerba santa pa´la garganta… Y lo traigo a colación porque no hemos concluido la primera quincena de 2016 y ya podemos dar cuenta de la lucha sin cuartel que las instancias de salud federal y estatal cotidianamente llevan al cabo contra la charlatanería.

Los resultados no se han dejado esperar: “Durante el primer operativo del año, la Secretaría de Salud (SSA) aseguró en la Ciudad de México y retiró del mercado un millón 235 mil 537 sobres de té e infusiones frutales –medicinales-, que incumplían con la legislación sanitaria”. 

En Yucatán, la SSY, a través de Control y Fomento Sanitario, revisa alrededor de 50 avisos de publicidad y etiquetado de suplementos alimenticios al mes, con el afán de evitar la venta de productos “milagro”.

Destaco lo anterior cual marco referencial, toda vez que, como médico, me incomoda encontrar gente que en pleno siglo XXI es presa fácil  de la charlatanería. Dolientes abandonan su tratamiento especializado por atender a merolicos, quienes ofrecen menjunjes que ni por error han pasado evaluación alguna.

Un medicamento autorizado requiere transitar, durante 5 a 8 años, por innumerables procesos de investigación científica, antes de salir al mercado. A pesar de todo ello, por efectos indeseables o riesgos presentados durante su uso, más de uno se ha tenido que descontinuar. 

En el extremo opuesto a la ética y profesionalismo,  de pronto salen  productos que ofrecen ser la panacea o fuente de curación y eterna juventud. Sin mayor miramiento, la gente invierte su dinero y cae en la red de  falaz mercadotecnia. Ah, eso sí, se curan de espanto colocando con letras mayúsculas:  “Este producto no es medicamento y es responsabilidad de quien lo consume” . Es necesario sumarnos al exhorto de la Secretaría de Salud y evitar consumir “pócimas mágicas” que no tengan registro, y privilegiar lo que tu médico de cabecera prescriba y sugiera. 

Los medios de comunicación deben seguir siendo un vehículo de formación. Es impostergable exigir que cumplan responsablemente su compromiso social y respaldar con contenidos de calidad la confianza del público que los consume.
Mientras más intercomunicación exista con los líderes de opinión médica, estaremos dando pasos seguros en  nuestra afanosa carrera por alcanzar una sociedad mejor informada y más sana. Con maduro ejemplo, leguemos conocimientos sin defectos  de origen.

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