Es abrumador el número de accidentes viales que diariamente aparecen en nuestros medios de comunicación; en este sentido, es importante entender el concepto de seguridad vial, que corresponde a los equipamientos y actitudes destinados a la prevención de accidentes de tráfico, con el objeto de proteger la vida de todas las personas: peatones, conductores y pasajeros.

El concepto de seguridad vial tiene diferentes componentes, clasificados como primarios, que corresponden al equipamiento de los vehículos destinados a asistir al conductor para prevenir y evitar posibles accidentes, como las luces de freno y direccionales, secundarios, que corresponden a la capacitación de los conductores para minimizar las consecuencias de un accidente al momento en que éste ocurre y, por último, los terciarios, destinados a minimizar las consecuencias en caso de ocurrir un accidente. 

Sin embargo, hay que reconocer que en nuestra ciudad hay diversos factores que actúan en contra de la seguridad vial, como el exceso de confianza de conductores y peatones, la potencia y comodidad que brindan los vehículos actuales, que inducen a conducir a altas velocidades sin que el conductor tenga conciencia del peligro que representa, ya que se siente seguro; el uso del celular y el consumo de alcohol; en este sentido es preocupante el número de accidentes que ocurren debido al uso del teléfono celular mientras se conduce, no sólo hablando, sino leyendo y enviando mensajes; y en el caso de los peatones, es importante obligarlos a que siempre crucen en las esquinas y que nunca bajen de las aceras (que mucha falta hacen) sino hasta el momento de cruzar.

Pero esto requiere un necesario complemento: un completo y claro equipamiento del espacio vial con señales de tránsito y el obligatorio respeto que conductores y peatones deben tener hacia ellas. Las señales tienen un importante papel como ordenadores del uso vial y definen conductas que todos debemos adoptar.