Mérida y su contenido

El futuro de las ciudades dependerá de su capacidad para identificar y consolidar sus factores propios.

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Es práctica común considerar a la ciudad como el lugar del caos, de la inseguridad y de los conflictos, un espacio cuya identidad, así se considera, reside en su estructura urbana, su paisaje, el número de personas que la habita, su composición demográfica, sus equipamientos y servicios, su medio ambiente y su entorno geográfico, así como el conjunto de singularidades físicas que identifican el espacio que ocupan, su territorio y sus especificidades; lo cierto es que todos estos elementos son los que asociados determinan a la ciudad continente, la que contiene.

Esta visión, que es la que generalmente se cuestiona o se avala, se promueve o se gestiona e impulsa su adecuación a las modas y las propuestas de modernización del espacio urbano; es una visión parcializada, ya que lo que realmente importa es la ciudad del contenido, visión que supone un salto cualitativo en las propuestas que permitan definir la ciudad que deseamos tener en el futuro.

La ciudad del contenido debe saber añadir a todo lo físico algo propio, que potencie nuevas plataformas para avanzar a nuevos escenarios del conocimiento, que proponga nuevos instrumentos de apoyo al desarrollo económico de todos sus habitantes, que instrumente nuevos métodos que permitan la mejora continua en la actitud, la convivencia y la formación de nuestros ciudadanos, en un escenario de nuevos valores que permitan la consolidación y sostenimiento de una cultura propia, de identidad, de una sociedad participativa y creativa.

Más que insistir continuamente en la lógica de la necesidad e importancia del tener, del poseer, la ciudad del contenido lo que propone es estimular la lógica del saber hacer.

El futuro de las ciudades dependerá de su capacidad para identificar y consolidar sus factores propios de diferenciación, sin perder de vista su participación en redes de colaboración con otras ciudades.

En lo que pareciera intangible, en nuestra capacidad de ser diferentes, de crear y de inventar, es donde tenemos que buscar las respuestas a las crisis que enfrentan las ciudades, afectadas por su falta de preparación, de identidad, ante los escenarios de la globalización e internacionalización. Preocupémonos por el contenido de nuestra Mérida.

Lo más leído

skeleton





skeleton