La realidad de nuestro país es relatada –a veces con profusión– en los medios de comunicación que dan cuenta pormenorizada de lo que ocurre en México y de manera especial de todo aquello que pudiera calificarse como los defectos de la sociedad en la que vivimos.

A los periódicos, la radio y la televisión, el cine se ha sumado –particularmente en estos tiempos– para reflejar diversos aspectos de la vida nacional que, además de constituir éxitos cinematográficos reconocidos internacionalmente, también interesaron al público y repercutieron en la taquilla.

Entre los casos destacados, podemos señalar en primer lugar “Presunto culpable”, que más allá de haber seguido detalladamente un caso penal hasta lograr la excarcelación del detenido, expuso una “radiografía” documentada de una verdad soslayada y que tanto daño le hace a nuestra convivencia social: la incapacidad y la corrupción en el Poder Judicial.

“De panzazo” desnuda la realidad de la educación en México y expone la participación de los diversos actores en el fracaso nacional en esta materia.

En “La vida precoz y breve de Sabina Rivas” puede uno “vivir” la tragedia por la que pasa quien se atreve a cruzar el territorio nacional con la esperanza de cambiar su vida al llegar a Estados Unidos, sin calcular que le va a “cambiar” antes de alcanzar la frontera americana.

La venta de drogas y el rol que juegan los diferentes personajes en la actividad –incluidos sus familiares– es descrito en “El infierno”.

A pesar de los logros que presumen quienes hoy dejan el gobierno y los que han formado parte de él a lo largo de la historia, este es el país que Felipe Calderón le entregará a Enrique Peña  Nieto. Ojalá el gobierno que empieza presuma menos y logre mucho más.