México real comparado con su México

Me encantaría preguntarle si considera justo comparar a México con Noruega...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Estamos a cuatro días de brindar por un año que se acaba y por los buenos deseos para 2017. Desgraciadamente no todo será color de rosa. La gasolina subirá de precio, en veinte días habrá un nuevo presidente de Estados Unidos y nos queda la expectativa de qué pasará con México y su comercio; son muchos los acontecimientos que nos esperan a partir del 1 de enero. ¿Qué nos queda? El trabajo constante y luchar por nuestros ideales, cumplir los propósitos, no dejarnos vencer por los obstáculos que nos imponen los gobernantes. 

Hace unos días un funcionario del Gobierno Federal afirmó que debemos estar tranquilos, que aún con el alza del precio de la gasolina seguimos estando por debajo  de lo que cuesta en Noruega. Me encantaría preguntarle si considera justo comparar a México con Noruega. Un principio del derecho dice: “Tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales”; en este caso aplicaría, ya que no podemos comparar un país con transporte público de primera, metro de lujo con costos accesibles, rutas bien definidas, conductores con cultura y educación vial, vías para bicicletas; es decir, todo apto para utilizar cualquier otro medio de transporte que no sea un automóvil.

¿Será válida la comparación? Incluso si nos apegamos a principios básicos de economía que dicho funcionario creo que olvidó: la oferta y la demanda, donde por los factores antes mencionados la demanda por el combustible en países primermundistas es escasa a diferencia de países como México, donde es excesiva.

Lo que nos queda es luchar sin cansancio por nuestros ideales, no caer en zona de confort y exigirles a nuestros funcionarios el ritmo que queremos que trabajen para nosotros, ya que van a bailar al “son que les toquemos”. 2017 no depende de las oportunidades que los demás pongan en nuestro camino, no depende del humor de la encargada de la ventanilla de gobierno, sino únicamente de nuestras ganas de salir adelante y superarnos.

No me queda más que desearles un año de éxitos, alegrías y prosperidad.

Lo más leído

skeleton





skeleton