Corría el año 2001 cuando el mundo escuchó por primera vez la idea del economista Jim O’Neill acerca del surgimiento de nuevos países como futuros motores de la economía mundial, el grupo fue denominado BRIC debido a que sus integrantes eran Brasil, Rusia, India y China. 

Innegablemente el desarrollo económico de estos países los ha llevado a ocupar un lugar importante en la economía mundial, pero de ellos es China el único que ha realmente impactado la economía global.

La novedad es que el mismo economista creador del término BRIC publicó este 6 de enero un artículo en el que señala que desde su muy particular óptica ha identificado el surgimiento de un nuevo grupo de economías emergentes que se pueden integrar a los países más desarrollados,  a estos países los ha denominado como el grupo MINT debido a que sus integrantes son México, Indonesia, Nigeria y Turquía.

Las características que estos países comparten, y que han permitido que O’Neill los agrupe, son principalmente el contar con un gran número de pobladores y que en los próximos 20 años tendrán un aumento del número de personas en edad de trabajar con respecto a aquellas que no trabajan, a esto se ha dado en llamar el bono demográfico, esta ventaja para ser aprovechada adecuadamente requiere que la generación de empleos se mantenga en crecimiento por lo menos al mismo ritmo que la población en edad de trabajar, en caso contrario la ventaja de tener mayor número de personas en edad de trabajar se verá diluida por la falta de fuentes de empleo.

El analista asegura que si México, Indonesia, Nigeria y Turquía son capaces de ordenar sus prioridades, entonces podrán alcanzar un crecimiento anual de dos dígitos tal como lo llegó a hacer China en años recientes.

Una característica importante que tres de los integrantes del nuevo grupo comparten es su ubicación estratégica, Turquía une al oriente con el occidente, Indonesia está enclavada en el centro del sureste asiático y tiene profundas conexiones con China y México se encuentra al  lado de Estados Unidos siendo el puente natural entre los estadunidenses y Latinoamérica. Nigeria es el único de los cuatro que no tiene una ubicación geográfica privilegiada.

En cuanto a sus recursos, México, Indonesia y Nigeria son grandes productores de materias primas, no es el caso de  Turquía. En términos de riqueza, México y Turquía tienen, en general, el mismo nivel de ingresos, mientras que Indonesia y Nigeria se encuentran bastante retrasados con respecto a los otros dos integrantes del grupo, en todos los casos Rusia y Brasil tienen un ingreso per cápita mayor que los integrantes del MINT. Los desafíos para el nuevo grupo son realmente importantes.

En cuanto a las posibilidades reales de un fuerte desarrollo de los integrantes de este grupo, existen algunos problemas de fondo que pueden lastrar su desarrollo, la corrupción es uno de los males que afectan a los cuatro países, aún hay mucho por cambiar en estos países para poder participar mejor del desarrollo mundial y en ese sentido México es el único de los cuatro que se ha comprometido en importantes reformas, como la energética, la educativa y la reforma fiscal, siendo este aspecto una asignatura pendiente para los demás países.

Existen también importantes desafíos para los países en materia de estabilidad política, principalmente para Nigeria y Turquía, en el caso de México la inseguridad pública es un aspecto que requiere de mayor iniciativa por parte del gobierno y de la sociedad civil.

Algunos economistas como José Barrionuevo aseguran que esto en realidad es más mercadotecnia que realidad y se está usando para posicionar mejor a los países integrantes, y señalan que con excepción de México ningún país tiene su propia demanda interna que le permita desarrollar un mercado interno poderoso.

Barrionuevo señala que algunos indicadores como las grandes reservas petroleras de Nigeria, el crecimiento explosivo de Indonesia o el escaso nivel de endeudamiento de Turquía son buenas noticias para el grupo, pero en realidad las expectativas generadas en torno al MINT requieren de mucho trabajo y compromiso por parte de sus integrantes, el camino hacia la integración de estos países a la élite de la economía global apenas va a iniciar y los desafíos para todos ellos son enormes; sin embargo, tienen lo necesario para integrarse exitosamente.