Michoacán

Ya hay varios funcionarios michoacanos detenidos y encarcelados, entre ellos Jesús Reyna, y aún faltan más. Ahora lo que nos preguntamos es ¿qué onda con Fausto?

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Invariablemente, la gente me pregunta: ¿cómo están las cosas en Michoacán? Yo me limito a decir que están igual que siempre. No miento. Es que hay tantas cosas pasando allá, que trataré de escenificarlo a través del storytelling, por supuesto basado en la percepción ciudadana:

1. Los villanos: No hay que ser genio para darse cuenta que Fausto Vallejo ganó la gubernatura gracias al apoyo de Leonel Godoy. Eran todos contra Cocoa Calderón, no porque fuera muy adelantada en las encuestas, sino por una especie de revancha contra su hermano. Fausto ganó, con Reyna como uno de los coordinadores de su campaña (fueron tres), a pesar de que lo ha negado. Luego, Fausto se enfrentó al desastre en el que estaba el estado: deudas, corrupción, inseguridad, crimen organizado; y se enfermó.  Fausto se ausentó para recibir un trasplante de hígado y dejó todo en manos de Jesús Reyna y en medio de una gran incertidumbre ciudadana.

Fausto mejoró y regresó, aumentando la imprecisión y con nula autoridad. Entre la confusión de si estaba bien o no, el Gobierno Federal se apropió del estado. Llegó con un discurso de limpiar y renovar, inyectando un montón de dinero y con muchísimos programas sociales, pero descuidando las formas. Dejando de lado la percepción de autoritarismo y de querer tapar el sol con un dedo, lo peor fue el tratamiento que tuvieron, y tienen, con las autodefensas. 

2. Los héroes: Las autodefensas surgieron por necesidad, para defender sus propiedades, sus trabajos, su dinero y hasta a sus mujeres. Todos son ciudadanos ajenos a la política, todos originarios de Michoacán y dispuestos a pelear por la paz, por irónico que eso sea. Si son narcos o no, si están formando un nuevo cártel o no, o si están pagados por alguien o no, no lo sé. El asunto es que, ante la ciudadanía, estos grupos están haciendo el trabajo que el gobierno no pudo o no quiso hacer y que además quiere acabar con ellos.

3. Las víctimas: por supuesto son los michoacanos. Todos: los que viven allá y los que hace años emigraron. Estas víctimas, que bien podrían considerarse héroes, son los que han mantenido al estado funcionando, a pesar de sus gobiernos. 

Ya hay varios funcionarios detenidos y encarcelados, entre ellos Jesús Reyna, y aún faltan más. Ahora lo que nos preguntamos es ¿qué onda con Fausto? ¿Va a seguir ahí, dando pena por su nula autoridad, por sus desafortunadas declaraciones y por los ataques que recibe constantemente? Lo peor que le pudo pasar fue ser gobernador. 

Por primera vez en mi vida creo que en las próximas elecciones podría darse un récord de nula participación ciudadana. De hecho, me daría gusto que la gente no fuera a votar, como protesta y llamada de atención. A fin de cuentas, da igual quién gane o pierda, las cosas siguen igual que siempre.

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