Mientras existan pobres y ricos

Para Marx, el Derecho y el Estado deben desaparecer. Yo no creo que esto último sea posible.

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Quizá no exista un autor cuyas tesis estén más desprestigiadas que las de Carlos Marx. Pero también se trata del autor que desarrolló, no solamente una filosofía, sino una cosmovisión del ser humano. Marx es autor de una ideología de masas, actualmente en crisis: el comunismo. 

Dentro de las aportaciones marxistas está que la filosofía no debe ser un ejercicio intelectual, sino también una puesta en práctica, es decir, poder mediante el ejercicio filosófico transformar la realidad, cuando sea inadecuada o simplemente esté alejada de lo que debe ser. Para cambiar la realidad, la condición básica es haberla comprendido.

Marx fue abogado, economista, historiador y articulista en medios escritos de su época. Para Marx, la naturaleza del ser humano está en relación directa con sus condiciones materiales. Las instituciones e ideologías por medio de los cuales los hombres regulan sus relaciones están supeditadas por la base económica de la sociedad. 

Por esto su doctrina es materialista. No es la conciencia social la que determina nuestra forma de vida, sino nuestra forma  de vida determina nuestra conciencia social, sentenciaba Marx. 

Los derechos del hombre para Marx no son verdaderos derechos, sino sólo son derechos del burgués, garantizados por un Estado controlado por él mismo. Por eso el Estado, y en consecuencia el derecho, se constituye, según este autor, en un mecanismo de control y de explotación del rico al pobre. Para Marx, el Derecho y el Estado deben desaparecer. Yo no creo que esto último sea posible, ambos son necesarios.

La lucha de clases es lo que mueve a los hombres en el devenir histórico, sentenciaba Marx. En el mundo contemporáneo sigue la lucha de clases. La naturaleza entre los factores de la producción, capital y trabajo, es de discrepancia, ya que ambos tienen teleologías diferentes. Coincido con Marx en que fatalmente nuestras sociedades se dividen en poderosos y débiles. 

También Octavio Paz hace referencia a ello en su “Laberinto de la soledad.” Aquí sí coincidimos con Marx. Todas las sociedades modernas están divididas en ricos y pobres, entre quienes tienen todo y quienes no llegan en ocasiones a tener ni siquiera lo básico, negarlo sería no evidenciar la realidad. La distancia entre ricos y pobres es cada vez más amplia.

Más allá que se esté de acuerdo o no con las ideas marxista, lo cierto es que mientras el mundo siga dividido en pobres y ricos, en poderosos y débiles, mientras siga existiendo una clase dominante y otra dominada, el pensamiento de Marx seguirá en la mesa de la discusión y más vigente que nunca.

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