Quizá no sea un experto en el tema, pero, dado que el tabú del sexo se está rompiendo, aprovecho mis conocimientos en medicina para, como joven, opinar acerca de este asunto que tantas vueltas da en mis semejantes. Lamento si con mis palabras hiero sentimientos o incomodo a mis lectores, pero más le temo a las malas decisiones y a la desinformación que jóvenes de mi edad y mucho menores padecen. Primero debo mencionar que el mayor miedo de varios es al embarazo, frente al cual se plantea, como primera opción, el aborto, pero es una solución cobarde e irresponsable, y segundo, la pérdida del temor al VIH que mencionaré en mi artículo siguiente. 

Existen muchos métodos anticonceptivos, pero siempre nos dirán, puesto que es una realidad, que la abstinencia es lo seguro. ¿Y si no queremos aguantarnos? Lo aconsejable sería tener una pareja de confianza, donde nos conozcamos y respetemos, evitando la promiscuidad (más de dos parejas sexuales en menos de seis meses). 

El segundo mejor método con un 20% de probabilidades de fallo (embarazo o contagio) es el condón. Pero si quieres ser más precisa, tú, mujer, debes conocer tu ciclo menstrual y con ello tus días fértiles  para evitar relaciones sexuales en esas fechas; muchas mujeres que piensan ser irregulares no lo son, tienen ciclos distintos a 28 días. 

Así que la fórmula para reducir el porcentaje de embarazos en quienes no desean seguir la abstinencia sería: realizar el acto sexual con condón en días infértiles agregando que el hombre no haya eyaculado por masturbación, sueño húmedo, etc. tres días antes del acto, más  no eyacular dentro de la mujer, aun teniendo el preservativo puesto.

Tener relaciones sexuales es un acto mágico, no por nada le llaman “hacer el amor”, por eso, este show continuará.