Qué complejo debe ser para una empresa verse inmiscuida de pronto en un escándalo político de envergadura, como el que le ocurrió a Monex el año pasado con la acusación de triangulación de recursos para la campaña presidencial del PRI.

El episodio fue superado por este grupo que encabeza Héctor Lagos desde la calificación de la elección; y ya ve en 2013 un nuevo comienzo, con más oportunidad para posicionar a su institución como la ventanilla definitiva y preponderante en el mercado de cambio de divisas no asociadas a grandes bancos.

“Somos el banco del TLC”, dice Moisés Tiktín, aduciendo a que históricamente acompañaron a un sinnúmero de empresas medianas que se insertaron con éxito en la configuración del México de bloque, donde nuestras exportaciones hacia Estados Unidos dominaron, y donde esas empresas han requerido transacciones veloces para cambiar pesos por dólares. Monex domina en ese mercado. Y no se va a bajar.

Todo lo contrario. Tiktín explica que están prácticamente en todo el territorio nacional y que a mejor comunicación que logran con el cliente típico (empresas medianas tirándole a ser grandes), mejor pueden colocar productos, por ejemplo de cobertura de riesgos cambiarios.

Le pregunto a Lagos y a Tiktín cuál es la ventaja competitiva que les distinguirá en 2013. Responden que la velocidad de pago y liquidación de las transacciones. Si hay algo que valora una empresa mediana, exportadora, de manufactura, es que cuando el tesorero te monta la orden de compra o venta de un monto relevante de dólares, le deposites su dinero pronto, explican.

Monex se quiere vincular más a la sociedad. Tiktín y Lagos insisten en que nunca hubo una investigación abierta contra ellos por parte de la Comisión Bancaria. Solo hubo visitas para recabar información y revisar procedimientos. De esas visitas surgieron recomendaciones generales y valiosas, como conocer mejor a sus clientes de forma transversal, ya sea que le presten servicios financieros de cobertura o bancarios simples.

No está fácil remontar en algunos círculos el posicionamiento adverso que se derivó del episodio electoral en 2012. Pero este es un nuevo momento de oportunidad, según sus directores.